Redacción El País
El mánager general de Nacional, Sebastián Eguren, habló este domingo tras la goleada del equipo por 5-2 a Deportivo Maldonado y se refirió a varios temas de actualidad que hacen a la realidad deportiva del club.

En primer lugar, destacó al Ojito Nicolás Rodríguez como un acierto del cuerpo técnico actual luego de su doblete el sábado, incluido un golazo de tiro libre. Además, definió a Mauricio Pereyra como un jugador "extraordinario", que tiene un "valor intangible" y que "no encontró la regularidad todavía".

Al principio del año, lo hizo muy bien, después no logró entrar por alguna lesión y no tuvo esos rendimientos continuos que le dieran esa confianza. Le pasa a todos los futbolistas, más allá de la edad", comenzó diciendo, en diálogo con Punto Penal (Canal 10). Para luego agregar: "Entró en el clásico y la clase y la categoría la metió adentro de la cancha. Es de esos que prefiero que el día que lo necesitemos esté".

En esa misma línea, sobre Nicolás López manifestó que "está feliz en el lugar donde él quiere estar" al tiempo que lo definió como un mediapunta "extraordinario": "Nico quería venir a Nacional. Fue una negociación extensa y agotadora y que al final llegó a buen puerto. Se necesitó de la voluntad de Nicolás, Grupo Pachuca y también de la gestión que tuvo Alejandro con nosotros para llegar a un buen puerto. Se siente bien, valorado y es un clase A".

Desde que cerró su llegada, en la madrugada del 8 de agosto, el Diente participó en 14 goles directos, que se resumen en 10 gritos y cuatro asistencias. Va por más y quiere convertirse en el goleador.

Foto: Juan Manuel Ramos.

En el límite de lo deportivo y el chisporroteo político, Eguren respaldó a su compañero de trabajo, Sebastián Taramasco, quien se desempeña como gerente y fue puesto en tela de juicio, entre otras corrientes, por la agrupación de Javier Gomensoro y Eduardo Ache. "No me gusta el manoseo de la gente que trabaja en el club. Y pasa con Sebastián Taramasco. Primero porque el máximo responsable soy yo, no Taramasco. Tuve una charla de seis horas en diciembre con él porque entendía que era una persona que tenía que estar en el club y tuvo la humildad de aceptar que yo iba a ser la dirección deportiva".

—Hay 17 jugadores del club y que son potenciales transferibles. (...) 17 que generan un sentido de pertenencia, que, además, juegan en el primer equipo en su gran mayoría y los otros están haciendo el proceso de adaptación. Nosotros tomamos un colchón de tiempo para que lleguen, se adapten y se vayan consolidando poco a poco. (...) Es sumamente importante tener futbolistas que tengan orgullo de ponerse la camiseta de Nacional; es motivo de orgullo para el hincha.

Foto: Leonardo Mainé.

—Es el mejor volante del fútbol uruguayo por escándalo. La intención (de renovar) está. Sé que Alejandro tiene una muy buena relación con (Pablo) Bentancur (su representante) y está en eso. Está la conversación de Carneiro en el medio. Christian es un valor del club, que en un momento puntual tuvimos la posibilidad de que volviera.

—Cuando tomé la decisión de aceptar la propuesta de Alejandro y la directiva fue porque era Nacional. Mi vida iba hacia otro lado. El sentimiento que tengo por el club hizo que yo tomara el desafío. De la misma manera, el día que alguien en Nacional no quiera que yo siga, se sienta conmigo y en dos minutos lo resolvemos. Me siento con la tranquilidad de que no me eligieron por ser alto y tener los ojos claros; presenté un proyecto de trabajo de tres años con los objetivos deportivos que tenía que ver con la formación y que los futbolistas se quedaran en Primera División. Fui muy honesto, creyeron en mi y en esto estamos trabajando.