TRICOLORES
Parece que se cae lo del paraguayo Luis Amarilla, pero ya hay gestiones por otro extranjero; el "Colo" Juan Ignacio Ramírez es gran candidato para ser tricolor.
Se viene una semana especial y que puede traer la definitiva calma al técnico Pablo Repetto, porque desde que asumió la conducción de Nacional con un liderazgo firme y de jerarquía, porque no todos asumen el reto de tomar decisiones tan pesadas, armó un plan de capitalización deportiva en base a los fichajes de tres delanteros. El primero ya llegó (Alex Castro), pero lo que falta son los dos centrodelanteros.
Y ese tema puede quedar zanjado en las próximas 72 horas, por las gestiones que se están realizando y por las señales que fue recibiendo Nacional desde diversos sectores.
Para empezar, hay verdadera confianza en que Juan Ignacio Ramírez, que fue cedido en préstamo por Liverpool al Saint Étienne de Francia hasta el 30 de junio de 2022, juegue en Nacional en virtud de que en el equipo francés no consiguió los minutos que necesita. La información que recibió el equipo tricolor de que el “Colo” viajó para Montevideo con su familia hasta alimenta la ilusión de que ese fichaje se termine concretando. Y la dirigencia y el área deportiva del club no pasan por alto las propias declaraciones que realizó el futbolista, en el sentido de que le gustaría ser compañero de equipo de su hermano Santiago Ramírez.
Independientemente de la atención dispensada al fichaje del delantero que rompió muchas redes en el fútbol uruguayo, Nacional también volcó su acciones hacia un número 9 extranjero que no es el paraguayo Luis Amarilla.
Si bien en este caso se tenían buenas sensaciones, porque Vélez también se mostró abierto a negociar, Nacional recibió la información del representante del futbolista, Martín Sendoa, de que apareció una posibilidad que le compite a los tricolores.
En lugar de entablar una especie de subasta, sabiendo que hay aspectos económicos que el club no está dispuesto a asumir, Nacional enfiló sus baterías hacia otro futbolista. En este sentido se actuó de la misma forma que cuando se cayó la chance para que el argentino Juan Martín Lucero fuese su atacante central: sin demora se fue por Amarilla.
Con un detalle muy significativo, no son negociaciones que se arrancan desde cero. Al igual que en todos los casos lo que se elaboró fue una carpeta de cuatro o cinco nombres para cada puesto y se hicieron gestiones por todos. El que levantara el pulgar antes se fichaba.
Nacional se organizó para cubrir seis o siete cupos, pero también elaboró un plan alternativo para diferentes eventualidades. Y oportunidades que se puedan conseguir.
Por ejemplo, entre las preferencias iniciales además de los tres delanteros se incluía a un mediapunta. El primer nombre elegido, que no se dio a conocer, no pudo prosperar de al forma que se quería, por lo que se inició una nueva búsqueda. Concretado eso el plantel de Repetto podría recibir también a un volante central, otro lateral derecho y hasta un extremo derecho para el caso de que finalmente Brian Ocampo no renueve un vínculo con la institución. En todos los casos hay varios nombres.