SILVIA PÉREZ
- Le ganaron a Nacional y quedaron como únicos punteros del torneo, me imagino que no fue un triunfo cualquiera.
- No, la verdad que no. Estamos muy contentos por la victoria y por los tres puntos. Lástima los incidentes del final que opacaron la fiesta, porque la verdad es que el partido fue una fiesta, adentro y afuera de la cancha.
- El partido tuvo momentos diferentes, ¿cree que fue un tiempo para cada uno?
- Los dos equipos jugaron muy bien, era ataque contra ataque y contragolpe por contragolpe, pero creo que ganamos bien, fuimos justos vencedores.
- Esta vez no pudo convertir pero igual fue muy importante para su equipo, y además le dio el pase del gol a García.
- Sí, aunque tuve un pequeño percance, en el primer tiempo ya me dolía el gemelo y estuve dolorido todo el partido.
- Mucho no se notó.
- Je. Pensé que no iba a aguantar, pero al final terminé aguantando casi todo el partido.
- ¿Fue por eso que salió?
- No, aunque Martín (Lasarte) sabía que estaba dolorido, lo que pasa es que llega un momento en que la seguidilla de partidos se siente, sobre todo estos últimos porque todos fueron finales para nosotros. Pero lo más importante es que a pesar del dolor se me dio la oportunidad de darle el pase del gol a Jorge (García), además de errar yo un par de goles. Así que me voy contento con lo que hice, pero sobre todo con lo que hizo el equipo porque eso fue lo que nos permitió llevarnos la victoria.
- Supongo que se habrá quedado con bronca por errar un par de goles en un partido tan importante como este.
- Sí, te da mucha bronca, pero son las cosas que tiene el fútbol. Peor sería si no me hubiera quedado ninguna para anotar. Esta vez no pudo ser, pero el domingo que viene seguramente será.
- Después del gol de García tuvieron cuatro chances claras que no pudieron concretar, el resultado pudo haber sido otro.
- Si, pero ellos también tuvieron sus posibilidades. En ese momento era contragolpe por contragolpe. Nosotros atacábamos, ellos se defendían, errábamos y pasaban ellos a atacar. El partido tuvo un ritmo muy intenso. Creo que fue un partido muy lindo, de esos que no se ven mucho en el fútbol uruguayo.
- ¿Qué sintió cuando salió y la hinchada lo aplaudió de pie?
- Alegría, siempre recalco que la hinchada de Danubio me recibió con los brazos abiertos. La verdad no lo esperaba porque yo venía de Peñarol y esta hinchada es muy particular y a veces no aceptan a los jugadores que no son de la casa.
- Hablando de Peñarol, ¿este partido tenía un significado especial por su pasado?
- Sí, porque cuando estaba en Peñarol era siempre el mejor partido para jugar. Y hoy, estando en Danubio, también lo fue.
- ¿Le gritaron mucho los hinchas de Nacional?
- Alguna cosita siempre gritan, recuerdan el pasado.
- ¿Qué encontró en Danubio?
- Un grupo de amigos, eso.
- ¿Cómo se ven las cosas desde la punta?
- Muy bien, pero ahora hay que luchar más que nunca.