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Sólo le bastaron 22 partidos para demostrar sus dotes técnicos, su nivel y su capacidad de adaptación a un arco tan pesado como lo es el de Nacional. Sergio Rochet terminó el 2020 como una de las grandes figuras de los tricolores en la temporada, teniendo notables actuaciones en varios partidos, pero principalmente demostrando muchísima regularidad, algo clave para el puesto. Por ello, es uno de los futbolistas a seguir en el 2021, porque con el nivel que mostró, tiene de dónde agarrarse para ilusionarse con la selección.

En el 2019, cuando el guardameta nacido en Nueva Palmira llegó a Nacional proveniente del Sivasspor de Turquía y tras cinco temporadas en el fútbol europeo, quedó a las sombras del panameño Luis Mejía, quien para Álvaro Gutiérrez era el titular. Apenas atajó en siete partidos y solamente seis de ellos como titular, completando 584 minutos.

En el 2020 Rochet empezó el año siendo el suplente de Mejía, porque el panameño seguía teniendo muy buenas actuaciones como titular. Pero entre las lesiones y posteriormente los viajes a jugar con su selección, Rochet se fue haciendo su lugar y le terminó ganando definitivamente el mano a mano a Mejía, quien en su momento no aceptó ser suplente, se fue de la concentración y terminó su contrato.

Rochet terminó jugando 22 encuentros en el año, 21 de ellos como titular. Totalizó 1905 minutos y mostró su calidad ante todo el continente con excelentes rendimientos en la Copa Libertadores, al punto que durante dos semanas consecutivas fue elegido el mejor arquero del certamen.

Su punto más alto fue la serie de octavos de final contra Independiente del Valle, donde tuvo un montón de intervenciones para evitar que su arco fuera vencido en los 180 minutos, tanto en el partido disputado en Quito como en el partido que se jugó en el Gran Parque Central y que los albos ganaron por penales.

A Rochet le alcanzó menos de un semestre de titular para consagrarse en Nacional y para hacerle un guiño a Tabárez: tiene nivel de selección.