Redacción El País
Este sábado a la hora 17:00 se jugará la final de la Copa Libertadores entre Botafogo y Atlético Mineiro en el Monumental de Núñez (ESPN y Disney+) y será la sexta en la historia de esta competencia entre equipos brasileños.
En los últimos años quedó demostrado la diferencia que existe entre los conjuntos norteños y los demás. Alcanza con ver que de los últimos cinco campeones, todos fueron de Brasil (Flamengo dos veces, Palmeiras otras dos y Fluminense).
Ya no es el hecho de que se llevan la copa más preciada del continente, sino que desde hace un tiempo definen entre ellos mismos el certamen más importante de Sudamérica.
En un principio, la Libertadores la jugaban los campeones de cada país, pero eso cambió. Por ejemplo: la presente edición la jugaron siete equipos brasileños más el vigente campeón, Fluminense.
La primera final de Libertadores entre dos equipos de un mismo país se dio en 2005: São Paulo se coronó campeón al vencer a Athletico Paranaense. Fue entre dos clubes brasileños.
La segunda se jugó al año siguiente: Internacional de Porto Alegre fue campeón por primera vez al derrotar a São Paulo. A raíz de esto, Conmebol estableció un reglamento en el que si llegaban dos clubes de un mismo país a las semifinales de la Libertadores, debían enfrentarse entre ellos. Así se evitarían las finales entre equipos de un mismo país.
Esta reglamentación tuvo validez hasta 2018, año en el que se dio la primera final entre dos clubes argentinos: River Plate contra Boca Juniors. En esa oportunidad el Millonario gritó campeón frente a su acérrimo rival.
Desde la edición 2020 hasta la del 2022 fueron todas finales entre equipos brasileños, con la particularidad que se jugaron a partido único.
En la primera Palmeiras superó a Santos, en 2021 el Verdão se coronó bicampeón al vencer a Flamengo en el Estadio Centenario y en 2022 el Fla logró sacarse esa espina para alzar el trofeo al derrotar a Athletico Paranaense en Ecuador.
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