Redacción El País
Federico Valverdese ha convertido en uno de los referentes del Real Madrid y eso no solo pasa por ser uno de los capitanes del equipo y llevar la cinta en algunos partidos. El uruguayo de 26 años también lleva sobre sus hombros la gran responsabilidad de ser uno de los líderes de uno de los equipos más importantes y ganadores en la historia y prueba de ello fue su festejo al final del partido o su profunda autocrítica después.

El Pajarito ya superó los 300 partidos con la camiseta del equipo Merengue y ha superado más de un desafío con el equipo español. Su gran versatilidad lo ha hecho tener que tapar agujeros y jugar hasta de lateral derecho debido a las ausencias por lesión en el equipo. Lo ha hecho tan bien que hasta han destacado su rendimiento en una posición que no es natural para él.

Valverde se siente mejor jugando en el centro del campo donde pueda estar más en contacto con la pelota pero, a decir verdad, donde se siente mejor es en el Real Madrid porque el uruguayo ha podido hasta llenar los zapatos de Toni Kroos tras su retiro, incluso habiendo heredado el dorsal que dejó vacante el alemán.

El futbolista de la selección uruguaya, que también lo tiene como uno de los capitanes, parece hecho a la medida del club español y entiende sus responsabilidades de liderazgo, aún en la reflexión y en la autocrítica.

Luego del desenfreno de los festejos, el polifuncional uruguayo atendió al canal Movistar+ y analizó con una profunda autocrítica la serie que definió como "muy jodida". "Creo que hicimos un partido regular de local y aquí siempre nos pasa lo mismo. Salimos como si le partido estuviera ya ganado y en la primera jugada nos meten el gol y eso obviamente nos jodió bastante", admitió el jugador del Real Madrid y ahondó en el análisis.

"No es lo mismo que el Atleti vaya ganando uno a cero y defienda bien a que tenga que salir a atacar, les dimos ese poder, son buenos ellos y fuimos a los penales. Los dos equipos estábamos muy cansados al final, se notó mucho y gracias a Dios pudimos ganar", valoró el uruguayo.

Con tanta responsabilidad sobre los hombros a sus 26 años, es entendible que al final del partido Federico Valverde haya sentido un verdadero desahogo. El Real Madrid recibió un gol en contra antes del minuto de juego y, como tantas veces en Champions League, le tocó sufrir para avanzar.

El Merengue y el Colchonero definieron desde los doce pasos, Real Madrid le volvió a ganar una serie o final de Champions al Atleti, que nunca le ha ganado una, y después de una definición por penales que pareció detener los corazones, Federico Valverde se descargó con un desenfrenado festejo.

Como si no hubiese recorrido lo suficiente durante los 120 minutos que duro el partido, Valverde salió corriendo disparado con locura, más veloz que sus compañeros y moviendo brazos y piernas de una manera muy particular de forma que no hubo quien no lo notara.