Es cierto que Peñarol fue campeón del Torneo Apertura y ya se ganó un lugar en la definición del Campeonato Uruguayo. Es cierto que sigue en lo más alto de la Tabla Anual con dos puntos de ventaja sobre Nacional. Pero también es cierto que el equipo sigue sin poder elevar el pobre nivel de juego que viene mostrando desde hace varias semanas y que lo tiene con una racha de seis partidos sin poder lograr una victoria.

Y cuando muchos pensaban que el estreno de Juan Manuel Olivera como técnico interino y la dolorosa derrota de Nacional con Liverpool podían tener efecto sobre un plantel que ya venía bastante golpeado, nada de eso ocurrió.

La expresión futbolística de Peñarol fue mala. Estuvo lejos de ser la ideal y sobre todo, lejos de ser la necesaria como para poder sumar tres puntos que le hubiesen significado cortar la mala racha pero también sacarle cuatro puntos a Nacional en la Tabla Anual.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Con cambios, novedades y regresos, Olivera planteó un 1-4-4-2 con dos volantes por afuera como Brian Mansilla y Kevin Méndez, dos jugadores que tuvieron rendimientos intermitentes. El 10 fue uno de los que más quiso, pero no logró culminar una jugada de peligro, mientras que el juvenil tuvo un flojo primer tiempo y levantó en el segundo, pero estuvo lejos de ser determinante.

En el doble cinco aparecieron Sebastián Cristóforo —fue el capitán— y Damián García. Los dos aportaron marca y buen despliegue, pero en esa zona, el carbonero extrañó y mucho a Sebastián Rodríguez ya que ninguno de sus volantes puso una pelota de gol.

En la zaga, Olivera le dio la titularidad al juvenil Joaquín Ferreira y luego de una floja primera parte, el riverense levantó.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Y en ofensiva, Matías Arezo regresó tras ser convocado a la selección de Uruguay pero no tuvo más que alguna aproximación al arco rival. Jugó con Abel Hernández en ataque pero la escasa generación de fútbol que tuvo el aurinegro los alejó del área de Wanderers.

El carbonero sigue teniendo un grave problema para generar juego ofensivo y ese será un punto importante para esta semana de trabajo en Los Aromos con Juan Manuel Olivera.

Peñarol volvió a dejar puntos por el camino, sigue en una muy mala racha, no lograr levantar el nivel de juego y además, los jugadores, el área deportiva y el Consejo Directivo se quedaron sin crédito: la hinchada explotó con insultos, silbidos y ya no soporta la mala imagen el equipo en cancha.