EUROPA

¡Qué nochecita vivió Sebastián Coates, por favor! El zaguero uruguayo y capitán del Sporting Lisboa padeció el partido de ida por los octavos de final de la Champions League ante el Manchester City, que parece haber dejado la serie sentenciada a falta de 90 minutos luego del triunfo 5-0 que consiguió en Portugal.

Poco se le puede reprochar a Seba, que jugó por el medio en una línea de cinco que por más que acumuló hombres, hizo agua por todos lados. El City llegó por las bandas, por el medio, con centros aéreos, otros rastreros y disparos de larga distancia. En definitiva, fue un vedaval que ni el uruguayo ni ninguno de sus compañeros pudieron capear.

El City era en lo previo el gran favorito a llevarse la serie y, aunque quedan 90 minutos a disputarse en suelo inglés, parece claro que así será, incluso por una diferencia (no en los goles, sino en el juego) superior a la que se aguardaba. El gran problema de enfrentar al equipo de Pep Guardiola es que es insaciable.

Dicen que la mejor manera de respetar a un rival es no sobrarlo y, por lo tanto, jugar los 90 minutos al mismo nivel, con la misma concentración, sin subestimar, como si el partido estuviera 0-0. Y así juega este City. A los 17 minutos ya había hecho dos goles (7' Riyad Mahrez y luego Bernardo Silva), pero no aflojó nunca. Llegó el tercero (36' Phil Foden) y el cuarto (44' otra vez Bernardo Silva), todo en el primer tiempo, como para no dar chance a ningún tipo de reacción.

El descanso no aplacó las ambiciones inglesas ni sirvió para corregir los problemas de contención del Sporting, porque en la reanudación marcó Bernardo Silva su hat-trick, que sin embargo no subió al marcador porque fue anulado mediante VAR, que lo descubrió en posición adelantada. Pero eso pareció solo estimular más a la visita, que cantó lotería a los 57' con un golazo de Raheem Sterling (derechazo desde unos 30 metros que se metió en el ángulo), justo cuando el equipo lusitano intentaba consolidar la contención en la mitad del terreno al darle ingreso a los 51' al otro uruguayo del equipo, Manuel Ugarte.

Se da por sentado que el juego previsto para el 9 de marzo en Manchester estará de más. Allí sí, dependiendo de cómo esté en la batalla por la Premier League, Guardiola podrá darse el lujo de cuidar futbolistas, por más que el plantel del City es tan vasto que tiene muchísima calidad en su escuadra B. Para Coates (jugó los 90' y tuvo apenas un cabezazo ofensivo desviado como mayor aporte), Ugarte (fue amonestado) y todo el Sporting de Lisboa la experiencia en Champions está a tres semanas de terminar, salvo que haya un milagro.