Inventar un club, juntar a Gianni Guigou con Mathías Corujo y el Jorge "Japo" Rodríguez y poner en marcha la idea, en los papeles, puede que se presente como una tarea difícil. Pero Fernando Muslera lo hizo posible. Y más sorprendente aún: fue en tiempo récord.
Todo comenzó como un viejo anhelo. Como una idea que divagaba en los pensamientos de Rodrigo Lubetkin, su amigo y hoy presidente de la Sociedad Anónima Deportiva de Sportivo Bella Italia, el equipo que le dio nombre a un proyecto que vale casi tanto como un hijo.
Compinches de la generación 86, coincidieron en varios partidos que enfrentaban a las divisiones juveniles de Wanderers con las de El Tanque Sisley, pero no fue hasta su marcha a Europa que forjaron una amistad a base de mates y charlas.
Muslera, como el arquero de la Lazio durante cinco años, y Lubetkin, como un joven aprendiz que hizo carrera en Ciencias Políticas, comunicación y turismo durante una década, crecieron a la par mientras el fútbol se metía en el camino de su vida adulta.
—Me preparé en Italia y Fernando me fue metiendo en el fútbol. Después, fueron el Tata González y Emiliano Alfaro e hicimos una banda divina. Este proyecto estaba en nuestra cabeza y en la de otros socios: es la idea de relanzar al equipo de la comunidad por todos los vínculos que tenemos con Italia, que son bien interesantes. Todo tiene un símbolo- asegura uno de los referentes, que tiene un máster en Dirección y Gestión de entidades deportivas.
Para bajar a tierra el proyecto, aceleraron las gestiones en febrero. Pleno calor de verano. Inicios de la sequía. Y mucha picazón en la cabeza de ambos por sacar adelante a un club chico, como tantísimos jugadores de fútbol lo han hecho.
En este caso, fueron por más. Pensaron en ese vínculo que los había unido con Italia y se encontraron con que las puertas del Deportivo Italiano, ya sea por deudas, conflictos con la Mutual o intenciones deportivas, no los llevaban a buen puerto. Y entonces pensaron en Coraceros.
—Era un equipo de la guardia republicana que jugó en 2009, 2010 y 2011 en la C y, a través de su secretaria, supimos que tenían un cupo que querían entregar porque no iban a jugar más. Llegamos a un acuerdo: ellos nos dieron el cupo, cambiamos el nombre y nos llamamos Sportivo para hacerle honor al viejo Sportivo Italiano y Bella Italia porque nos servía para hermanarnos con un equipo de OFI de Mercedes.
En el litoral, está la siembra de esta gran cosecha. Soriano será testigo a partir de diciembre de la puesta en marcha de un megacomplejo deportivo, que funcionará como un templo cazatalentos: nucleará a la Sub 15 y Sub 18 de Deportivo Bella Italia, con la intención de que esos jugadores más temprano que tarde pasen a entrenar en el Sportivo, el apéndice de este club mercedario.
La sintonía será tal, según dicen, que para un máximo de 10 años proyectan que el equipo de Montevideo compita de igual a igual con los de Primera División. Cada uno con su base, uno en el interior y el otro en la capital, se alimentarán mutuamente para crecer, garantizan.
—Con el complejo deportivo empezamos a amortizar el proyecto. A mediano-largo plazo la meta es estar en Primera y ser un equipo consolidado de la colectividad italiana. Pero, si es antes, mejor. Yo ahora soy el presidente de la Sociedad Anónima Deportiva y en un futuro seguramente le pase la posta a Fernando, que se quiere instalar acá en un futuro. Dentro de la planificación que estamos haciendo, él va a ser presidente. Nos quemamos la cabeza con mucho placer. Nos lleva mucho tiempo, dinero. Estamos haciendo una inversión por encima del US$ 1.000.000 en obras.
Con la iniciativa encaminada, faltaba más. Muslera y su socio se reunieron con Mathías Corujo y en menos de 20 minutos ya estaba todo cocinado para que fuera el entrenador designado. Algo similar pasó con Gianni Guigou, a quien convencieron entre Rodrigo Lubetkin e Ignacio Beneditto, otro de los abanderados del proyecto, para que oficiara como gerente deportivo. Así conformaron una estructura que hoy encabeza el capitán Jorge “Japo” Rodríguez y que tuvo entre sus filas entrenando a Fabricio Formiliano.