Desde que Álvaro Gutiérrezvolvió a Nacional y se adueñó nuevamente del barco que ya había conducido en los años 2014 y 2019, el equipo, en muy poco tiempo, entendió que la mejor fórmula para evitar los agujeros permanentes en su valla -como le venía pasando cuando el técnico era Ricardo Zielinski- fue apostar al cierre de su cortina defensiva.

Empezó de atrás para adelante, con cambios en el posicionamiento, pero antes de cumplir su partido número 20 de regreso (mañana contra Fénix a las 19:00 en el GPC) ya es claro que, al menos por lo que señalan los números, la estrategia le viene dando resultado.

En lo que va de su nuevo ciclo, Gutiérrez le recortó cuatro puntos de distancia a Peñarol en la Tabla Anual y en el saldo de goles consiguió correr la balanza de los 16 a favor y 13 en contra que tenía el club desde el inicio del año a 37 y 18.

¿Son números mejorables? Sí. ¿Tiene cosas por corregir? También. Pero es innegable que el hecho de caer como paracaidista y saber adaptar su estilo a un grupo ya armado con 30 jugadores fue una virtud que lo dejó con más espalda ahora que las puertas del mercado de pases se abren y las decisiones pasan por sus propias manos.

Foto: Francisco Flores.

En las muestras de juego, todavía tiene un debe. Nacional por momentos se enciende y da señales de tener un rumbo claro, aunque eso es algo que la mayoría de las veces solo pasó en los partidos (8) que el entrenador dirigió en el Gran Parque Central. No así las veces que salió a jugar de visitante (11).

Las estadísticas dan cuenta de la diferencia: mientras que en su casa superó la frontera del 91% de los puntos ganados y solo empató con Inter por Libertadores, de visitante apenas cosechó el 42,4%.

Es evidente que para el segundo semestre al plantel le urgirá reforzarse, y así lo dejó en claro el pasado jueves Gutiérrez en conferencia de prensa. Pero, aunque las contrataciones que se proyectan (un arquero, un lateral y al menos dos volantes) lleguen a tiempo, al final del día solo importará la forma. Y con el cruce con Boca Juniorsen el horizonte, el ojo crítico estará puesto en si el bombero acertó (o no) con sus apuestas.

El técnico es ese mismo bombero que ya supo sacar de un pozo a Nacional en sus dos pasajes anteriores, que ahora empezó ganando fuerza, aunque todavía le falta pulir a un equipo que empuja, pero no brilla.