Ya no es casualidad. Antes eran los Neves, los Carballo. Hoy son los Sanabria, los Mederos. En el medio surgieron Oliva, Emiliano Martínez y Helguera... Nacional tiene argumentos de sobra para sacar pecho de sus últimos bastiones y el común denominador, desde hace algunos años, parece estar en la mitad de la cancha.

Los volantes centrales que pintan bien en juveniles se suelen reconvertir en jugadores titulares -y relevantes- pasado un tiempo. No hay una explicación única, pero la aparición emergente este año de Rodrigo Mederos -que está muy bien conceptuado en la interna por el cuerpo técnico- es más que válida para ratificar la hipótesis del buen ojo que ha tenido el club en sus proyectos de un tiempo a esta parte.

El año pasado, el mayor exponente fue Lucas Sanabria, que pasó de ser campeón en Tercera División a debutar en un clásico amistoso y marcar el gol en los penales contra Peñarol para nunca más salir. Este año, ya dejará un rédito: se venderá el 100% de su ficha (Nacional finalmente conservará el 20% de la plusvalía) y emigrará a Los Angeles Galaxy por una transferencia de US$ 5.000.000 más US$1.800.000 en bonos.

Consultado por Ovación, el coordinador de juveniles, Fernando Curutchet, dio su visión de estos casos: “Nacional tiene un modelo de juego estándar y que buscamos repetir. La construcción pasa mucho por una fase de inicio, que, generalmente, es en campo propio; una de creación, que es en mitad de cancha; y la de finalización. Al participar tantos años en la generación, los volantes se vuelven buenos jugadores y cuando llegan a Primera ya tienen esa característica”.

Foto: Estefanía Leal.

Después de terminar con molestias el partido amistoso frente a Olimpia, Rodrigo Mederos (19 años) completó el entrenamiento en doble horario sin molestias ayer en la Ciudad Deportiva Los Céspedes. Dependerá del cuerpo técnico encabezado por Martín Lasarte la decisión de colocarlo como titular, pero corre con grandes posibilidades y ya es casi un hecho que integrará la convocatoria para la Supercopa. El titular sin discusión es Christian Oliva, quien ya es un jugador consagrado que también surgió producto de las divisiones juveniles de Nacional. A sus 28 años, y luego de un paso por Europa, Argentina y México, parece haber encontrado su mejor versión.

Hizo su debut en 2015, después de hacer todo el recorrido por las juveniles de Nacional y, con una salida en el medio a Sevilla, terminó de vuelta en el club en 2019. Todas sus presencias sumadas (hasta 2022) totalizan un global de 178 partidos oficiales. Tiene cuatro Uruguayos y 11 títulos ganados. Pretende regresar a mitad de año.

MARCELO BONJOUR

Despuntó en 2019 y fue una de las figuras del equipo campeón con Álvaro Gutiérrez, pese a que ya había hecho su debut un año antes. Se fue a São Paulo dos años más tarde y luego pasó por el fútbol de Argentina, donde primero vistió los colores de Independiente y luego fue a Estudiantes (fue campeón de la Copa de Campeones).

Estefania Leal

Tuvo su estreno frente a Liverpool en 2019, en el Uruguayo de aquel año. Se ganó la titularidad en el segundo semestre de 2020 y en el primero de 2021 fue transferido a Red Bull Bragantino para, posteriormente, ser vendido a Midtjylland de Dinamarca, que inicialmente lo había contratado a través de un préstamo. Allí permanece hoy.

Foto: Archivo El País.

Viajó a diario desde su natal Florida hacia Los Céspedes hasta que a fines del primer semestre su representante le consiguió un apartamento en Montevideo para que pudiera instalarse. Así evolucionó Lucas Sanabria, que en 2024 fue una de las revelaciones de Nacional (junto a Jeremía Recoba) y en poco tiempo se ganó un lugar.

Un año antes que él y con 16 años debutó otra joyita que hoy ya no está en el club: Thiago Helguera, actual jugador del Sporting Braga de Portugal.