Tigres clasificó a octavos de la Leagues Cup con un penal clave de Gorriarán y Guzmán en modo Dibu Martínez

Pedro Vité había puesto en ventaja al equipo norteamericano en tiempo regular, pero André-Pierre Gignac lo igualó. En la tanda de penales, el arquero argentino hizo un show que incluyó emular a un mimo y un truco de magia. El volante uruguayo sentenció el 5-3 con su remate.

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Nahuel Guzmán durante la tanda de penales ante Vancouver Whitecaps por Leagues Cup.
Nahuel Guzmán durante la tanda de penales ante Vancouver Whitecaps por Leagues Cup.
Foto: Tigres.

Redacción El País
Tigres clasificó a octavos de final de la Leagues Cup tras igualar 1-1 ante Vancouver Whitecaps en condición de visitante e imponerse desde los doce pasos. Pedro Vité había puesto en ventaja al equipo norteamericano en tiempo regular, pero André-Pierre Gignac lo igualó. En la tanda de penales,Fernando Gorriarán, volante uruguayo, fue determinante marcando el tanto que sentenció el 5-3.

Sin embargo, el protagonismo absoluto del encuentro se lo llevó Nahuel "Patón" Guzmán, arquero argentino de 37 años con pasado en la selección argentina. ¿Por qué motivo? El jugador utilizó todo tipo de técnicas para intentar desorientar a los pateadores del rival en una serie de acciones que hicieron recordar a su compatriota Emiliano "Dibu" Martínez, arquero del vigente campeón del mundo.

Cuando Sergio Córdova se preparaba para patear el segundo penal del conjunto local, comenzó el show de Guzmán: parado sobre la línea de meta, comenzó a imitar a un mimo con sus manos mientras el rival, que se percató de los movimientos extraños del arquero, parecía solo concentrarse en la pelota. Esa vez ganó el duelo el futbolista venezolano, que con un potente remate anotó, más allá de que el argentino adivinó el sector.

Unos minutos después, mientras Sebastián Córdova,su compañero de equipo, anotaba el 4-3 para el elenco mexicano, el Patón se introdujo algo en la boca. Luego, cuando le llegó el turno de pararse en el arco para esperar el lanzamiento de Veselinović, se tomó un tiempo extra y apeló a la magia: se empezó a sacar una serpentina de la boca mientras el jugador rival miraba incrédulo cómo se demoraba la ejecución.

Luego, el árbitro Lukasz Szpala terminó amonestando al arquero argentino. Pero cuando llegó el turno de patear, el jugador eligió el palo izquierdo de Guzmán y esta vez el arquero adivinó.

El encargado de ejecutar el quinto remate fue Fernando Gorriarán, que acertó y le dio a Tigres el pasaje a los octavos de final.

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