Calmo y alegre, Adrián “Toto” Fernández tarda apenas unos segundos en recordar que está viviendo un sueño al que llegó sin escalas. Pasó de jugar en la Primera Nacional de Argentina mientras ayudaba a su tía en el almacén a integrar el plantel de Peñarol campeón uruguayo sin tener que jugar finales.
Lejos de sorprenderse, inicia contando que el doble trabajo es una práctica habitual en el fútbol argentino y que está feliz de haber podido ayudar a los suyos. También recuerda cómo el laburo de comerciante lo ayudó a llenar su heladera cuando era necesario.
“En mi caso priorizaba el entrenamiento, pero cuando se precisaba mi tía tiene su almacén y gracias a Dios le pude dar una mano a toda mi familia. A mí también me venía bien y lo aprovechaba porque siempre hace falta cualquier cosa de la alacena, ya sea en la heladera o algún tipo de carne, y aprovechaba la posibilidad que me daba mi tía”, evoca con entusiasmo.
Mientras cursa sus vacaciones cerca de su tierra, Toto Fernández trata de asimilar con su familia el efecto de un cambio de vida tan repentino. “Es una locura, todavía no terminó el año y fuimos campeones hace dos semanas. Mis familiares y amigos no lo creen todavía. El futbolista tiene que procesar rápido porque enseguida tenés algo para lo que prepararte para seguir compitiendo, pero no echo de menos que estoy en un equipo gigante, que tiene mucha gente en Uruguay y también mucha exposición en Argentina. En la zona donde vivo yo, más se lo nombra a Peñarol todavía, ja”.
Cada vez que menciona al aurinegro, al que llegó a préstamo hasta fines de 2025 con opción de compra, se le dibuja una sonrisa. “Mi familia lo disfruta, se pone contenta y aprovecha a seguir conociendo el Estadio Campeón del Siglo, que es un lugar hermoso”, destaca.
En el fondo ladran sus perros y el sonríe al escucharlos. Es un pibe de barrio que aprovechó sus vacaciones para retornar a Argentina y dedicarle tiempo a sus afectos, los que han estado siempre. De pronto recuerda con emotividad el gesto con el que acaba de sorprender a su madre. Fue un obsequio, pero también una gratificación personal.
“Pude hacerle una casa a mi vieja, que es algo que me llenó y siento que tengo que seguir porque, como siempre se dice: ‘La vieja se merece mucho’, entonces vengo muy contento porque, si bien no digo que le compré una casa porque no me da para hacerlo, le pude volver a renovar muchas cosas de su casa; me llenó el alma poder hacerle un mimo”.
Fue una decisión repentina de la que está orgulloso. ”Ahora que vine para Argentina estando de vacaciones caí y dije: ‘Bueno, hacemos esto’ y ya se empezó la construcción, que está en el tramo final porque están laburando a full, entonces mi vieja un día cayó de la nada, vio que estaba todo nuevo y se emocionó. Cuando la vio no lo podía creer, me decía: ‘Muchas gracias, sos mi bebé, sos mi bebé’, ja. Me satisface mucho y uno trabaja para cumplir esos sueños".
Peñarol: el motivo por el que Toto Fernández está agradecido con Diego Aguirre
Desde su llegada, Diego Aguirre no le dio lugar a la incertidumbre y optó por ser frontal: “Estoy muy agradecido con él porque vino de frente y me dijo que lamentablemente no me puede estar dando los minutos que merezco por la gran cantidad de jugadores que había en el plantel, pero reconozco que el hombre va de frente y le dice a los jugadores lo que va a pasar”, narra Toto, que en la temporada 2024 jugó 49 minutos repartidos en tres encuentros con el Carbonero.
Sin embargo, su perspectiva para la siguiente temporada es esperanzadora tras las charlas que ha mantenido con el entrenador. “Diego me felicitó porque me veía muy bien y evolucionando porque fue un cambio muy loco. A nivel futbolístico capaz en los entrenamientos estaba muy bien, pero cambia respecto de lo que es un ritmo de partido porque la gente exige y ya con un empate de Peñarol no sirve, entonces hay que ganar todo el tiempo y existe esa presión. El jugador debe estar preparado psicológicamente y yo lo vengo manejando muy bien, sé que se puede seguir mejorando, pero hay que estar tranquilo porque me tengo mucha fe para el 2025”, afirmó.
Su confianza está intacta y tuvo buenas devoluciones en relación a los rendimientos cada vez que le tocó ingresar. “En algunos partidos siento que algo pude demostrar como para que digan: 'Puede ser un revulsivo o puede llegar a jugar de titular', entonces no pienso bajar los brazos hasta poder tener una buena continuidad, que se gana con trabajo, así que hay que estar tranquilo e ir paso a paso que vamos bien”, añadió.
El pedido de Toto Fernández y la camiseta olvidada de Leo Fernández en Peñarol
Toto Fernández tuvo la fortuna de compartir todo el segundo semestre junto con Leo Fernández, la figura de Peñarol en el año con 22 goles y 17 asistencias en 47 encuentros jugados.
El argentino reveló una anécdota inédita con el zurdo: “Me acuerdo que cuando fuimos a Bolivia le dije: 'Leo, ¿si pasamos cambiamos las camisetas?', y me respondió: 'Sí, dale'. Pero después me pegó la altura y me sentí tan mal que me recontra olvidé, y mirá ahora, no tengo la camiseta de Leo, me quiero morir, ja. Pero futbolísticamente es algo extraordinario, en su cabeza ya sabe dónde está el pase y se equivoca poco”.
Luego reveló un aspecto en el que identifica una similitud entre ambos: “Eso sí, me veo parecido a él cuando nos enojamos con los gestos y todo eso. Ya es uno de los jugadores más importantes de América, pero esos gestos creo que se pueden mejorar. Y lo digo porque me pasó a mí acá en la Segunda División del fútbol argentino; me lo marcó mucha gente, no solo el cuerpo técnico que tuve. Pero la verdad que Leo me sorprendió, todavía no había conocido a un jugador así. A ver, le tiro flores porque se lo merece, vamos a ser realistas. Es muy buena gente al igual que todo el plantel. Me recibieron de 10 los capitanes Maxi Olivera y Gastón Ramírez, otro crack”.
"En 2025 quiero jugar mucho y volver a pelear por todo con Peñarol", dijo Toto Fernández
El rótulo de agradecido le calza perfecto. Por la oportunidad que le está dando Peñarol, pero también por el cariño que recibe a diario por parte de los hinchas. Al ser consultado acerca de cómo tomó las consultas de la gente en relación a por qué no tenía minutos y el deseo de verlo en cancha, contestó: “Ojalá que se haya generado un vínculo, muchas veces leo los comentarios de la gente y son positivos. Uno se entrena con los compañeros para mejorarse a uno mismo, a la familia y también para satisfacer a la gente. Se hace notar el apoyo y voy a hacer lo posible para que dure mucho”.
Ahora se atreve a ir por otro sueño, revela que le gustaría que el aurinegro adquiera su ficha a fines del 2025 y se enfoca en lo suyo: “Quiero jugar mucho, apoyar al equipo desde donde toque y volver a pelear todo”, cerró con ilusión.
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