Redacción El País
La organización de la Copa América volvió a quedar en tela de juicio una vez más antes de la final entre Argentina y Colombia en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida. Tres jugadores de la albiceleste tuvieron que salir del estadio a buscar a sus familias a minutos de jugar uno de los partidos más importantes de sus carreras.

Aunque la selección argentina está acostumbrada a jugar finales en el último tiempo con la pasada edición de la Copa América en Brasil, la Finalissima o la del Mundial de Qatar, es imposible negar que la mentalidad y la concentración son muy importantes a la hora de un partido de estas características y esto estuvo en jaque por la situación incómoda que vivieron algunas familias de jugadores de la selección albiceleste.

El ambiente antes de la final pasó de la fiesta a la tensión conforme se acercaba la hora del partido decisivo. Los problemas comenzaron cuando algunos hinchas se colaron al estadio con entradas falsas, o incluso saltando vallados y rejas para evitar al personal de seguridad del escenario.

Pero los problemas no se quedaron allí, porque ante el descontrol causado por quienes sortearon a la seguridad y se metieron en el estadio sin habilitación, se decidió cerrar las puertas del estadio y la incertidumbre comenzó a aflorar en los hinchas que están en las afueras, incluso con entradas reales pero que por el momento no está pudiendo ingresar a las tribunas, cuando quedaba menos de una hora para el comienzo del partido.

Foto: EFE

A minutos de salir a la cancha para jugar la final de la Copa América ante Colombia, algunos jugadores de la selección de Argentina comenzaron a recibir mensajes de sus familiares porque tenían problemas para ingresar al estadio y estaban a la deriva.

Personal de la Asociación del Fútbol Argentino y los propios futbolistas cuyas familias estaban involucradas tuvieron que acercarse a los accesos para solucionar la situación y garantizarles la entrada.

De esta manera Enzo Fernández, Gonzalo Montiel y Alexis Mac Allister tuvieron que dejar el vestuario para dirigirse a donde estaban sus familia tratando de ingresar a verlos jugar la final de la Copa América.

"Tuvo que salir Alexis a tratar de hacernos entrar porque estaba preocupado. Pensé que el partido no se iba a jugar porque los jugadores estaban pretendiendo resolver esto. Él nos llamó y dijo que se iba a quedar en la puerta hasta que entráramos. Nos dimos un abrazo y lo dejamos tranquilo para que pueda ir a jugar", dijo la madre de Mac Allister mientras intentaba ingresar a su ubicación en el Hard Rock Stadium junto a la novia del futbolista.