Un empate con dos sabores para Peñarol: la floja actuación, el cambio sorpresivo de Aguirre y la actitud

El mirasol rescató un punto en Belvedere y sigue siendo el líder del Torneo Apertura, pero a pesar de eso dejó un manto de dudas luego de una mala performance ante el negriazul.

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Los jugadores de Peñarol tras el empate 2-2 con Liverpool en Belvedere.
Los jugadores de Peñarol tras el empate 2-2 con Liverpool en Belvedere.
Foto: Estefanía Leal.

Fue la presentación más floja de Peñarol en lo que va del Torneo Apertura y a pesar del manto de dudas que el equipo dejó en Belvedere, el mirasol no perdió, rescató un empate en la agonía del partido y se mantiene como único líder del certamen.

En un encuentro que bien puede catalogarse como partidazo, los de Diego Aguirre comenzaron muy bien y fiel al estilo de juego que intenta plasmar el técnico en sus jugadores, el carbonero arrancó con mucho vértigo y a los 8’ se puso en ventaja con un golazo de Leonardo Sequeira, quien llegó a siete gritos en nueve presencias en el Torneo Apertura.

Pero la alegría duró poco. Liverpool le tomó los puntos al juego de Peñarol. Lo neutralizó y no solo eso, empezó a jugar en modo campeón uruguayo y le pasó por arriba al carbonero.

Javier Méndez y Franco Nicola en el partido entre Liverpool y Peñarol en Belvedere.
Javier Méndez y Franco Nicola en el partido entre Liverpool y Peñarol en Belvedere.
Foto: Estefanía Leal.

En seis minutos llegaron dos goles del local —Kevin Amaro a los 10’ y Jean Pierre Rosso a los 16’— y luego pudieron caer más pero alguna intervención de Guillermo de Amores y la mala definición del negriazul le impidieron a los de Emiliano Alfaro aumentar la ventaja.

Es que la primera parte —salvo el inicio y el gol de Peñarol— fue toda de Liverpool. Luciano Rodríguez se mostró imparable para la zaga rival, Diego García demostró por qué el negriazul lo fue a buscar y empieza a ser clave en el ataque de un equipo que superó a su rival en todas las líneas.

Tan preocupante fue la floja actuación de Peñarol en esa primera parte, que en un hecho poco común, Diego Aguirre hizo tres variantes para el inicio del complemento con sorpresa incluida: Léo Coelho entró a jugar como volante central por un condicionado Damián García que ya estaba amonestado. Además, ingresaron Pedro Milans por Byron Castillo —de muy bajo nivel— y Lucas Hernández por un Cangrejo Javier Cabrera que volvió a tomar minutos pero sin gravitar en la ofensiva.

El brasileño, que venía siendo suplente tras perder su lugar en la zaga, comenzó ese segundo tiempo algo perdido, pero luego logró asentarse aunque lejos de poder gravitar.

Diego Aguirre tras el empate de Peñarol con Liverpool en Belvedere.
Diego Aguirre tras el empate de Peñarol con Liverpool en Belvedere.
Foto: Estefanía Leal.

Más tarde, con el ingreso de Gastón Ramírez (minuto 58’), Leonardo Fernández se adelantó unos metros y ahí Peñarol no mejoró tanto en el juego, pero se favoreció con el repliegue de Liverpool —defendió la ventaja y quedó a la espera de poder sacar alguna contra para liquidarlo— y con el empuje de su hinchada se fue con más ganas que fútbol al ataque. Y ese es el punto a destacar del carbonero, que estando en desventaja, lo fue a buscar y por más que no sumó de a tres, logró rescatar una unidad que no deja de ser importante en la recta final del torneo.

A los 76’, Maximiliano Silvera anotó, pero el asistente levantó su banderín por un polémico fuera de juego que el VAR ratificó anulando el tanto y a los 89’, el delantero puso el definitivo 2-2.

Sin jugar bien y a pesar de mostrar la peor versión en el Torneo Apertura, Peñarol salvó el invicto en un partidazo de alto voltaje en Belvedere y se mantiene como único líder, pero le recortaron la ventaja.

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