Está claro que una derrota nunca puede caer bien en Peñarol y mucho menos en Diego Aguirre, pero el entrenador se puede haber ido conforme con lo que se vio ante San Lorenzo porque durante varios pasajes fue superior a su rival.

De hecho, si uno hace un repaso de lo que fue el partido se encuentra con que Guillermo de Amores tuvo pocas ocasiones para intervenir porque al Ciclón le costó generar en ataque, mas allá de que volvió a mostrar que la posesión de pelota es una de sus virtudes.

El juego por bandas fue de lo mejor del aurinegro y en el inicio mismo del partido lo intentó por ambos lados porque Javier Cabrera e incluso Maximiliano Olivera llegaron al fondo generando peligro en el área rival.

Báez con un intento lejano tuvo la primera clara de gol para el local y el Ciclón respondió de la misma manera, pero sin demasiada efectividad.

Una de las novedades del partido fue el regreso de Leo Fernández y en varios pasajes del encuentro fue él quien se encargó de repartir la pelota hacia los jugadores que treparon por bandas y a los 41’ dejó en claro su buena pegada con un tiro libre que provocó una gran atajada del arquero Gill.

Foto: Ignacio Sánchez.

Para el inicio del complemento, distinto a lo que ocurrió ante Colo Colo, Aguirre apostó por mantener los 11, darle rodaje al equipo que probablemente sea titular ante Nacional el próximo lunes y se notó porque el inicio fue todo aurinegro.

Cabrera con un nuevo desborde provocó que Romaña casi se anote un gol en contra, Báez dejó de cara al festejo a Maxi Silvera con un centro al que el delantero no llegó por muy poco y Eduardo Darias y Maximiliano Olivera se molestaron entre ellos tras un tiro de esquina de Leo Fernández.

Todo eso en cuestión de pocos minutos y en lo que era el mejor momento de Peñarol, pero fue también ahí que llegó el gol de San Lorenzo, el único del partido y el que definió el encuentro.

Matías Reali remató desde afuera, venció a De Amores y así marcó la diferencia.

Foto: Ignacio Sánchez.

Ahí sí Aguirre hizo nueve variantes, pero el equipo no bajó la intensidad y eso también lo puede considerar positivo el entrenador mirasol porque con ataques de Diego García y Nicolás Rossi y empujes de Lucas Hernández e Ignacio Sosa, el aurinegro fue al ataque, pero no encontró el gol.

A Peñarol le quedan unas horas para seguir trabajando, pero no puede perder de vista que el lunes tendrá un clásico.