Cerrar el año con la chapa de goleador del Campeonato Uruguayo le da un plus a cualquier futbolista. Mucho más aún si la distinción aparece por segunda vez en su currículum.
En los tiempos que corren, donde la irregularidad prima en la hoja de presentación del fútbol local y las estadísticas, muchas veces, se valen por sí solas para cotizar a un delantero, Juan Ignacio Ramírez puede perfectamente dejar que los números hablen por su cuenta.
Ya el hecho de haber terminado el año como el máximo artillero del torneo, con 18 goles en 34 partidos y en un equipo que no salió campeón (Nacional), lo pone en una órbita que está por encima de la del resto de sus colegas. Matías Arezo, el competidor que más fuerza le hizo (17), fue el único que tuvo la oportunidad de igualarlo en la final contra Liverpool en el Campeón del Siglo, pero la desaprovechó y tampoco pudo conseguir el título.
Dado el complejo momento futbolístico que vivió Nacional después de quedar afuera de la Copa Libertadores, y con tres cambios de técnico en un año, más meritorio resuena aun lo de Ramírez, que fue titular con todos ellos.
De a poco, también, se fue ganando la confianza de los hinchas, que cambiaron las señales de impaciencia por un pulgar arriba en cada una de sus últimas salidas de la cancha. ¿Lo llamativo? Que fue sustituido en 25 de las 33 veces que inició como titular (75,7%).
Entrado diciembre, el olfato goleador del Colo comenzó a despertar la atención de varios equipos del mercado sudamericano, que le acercaron consultas a su entorno evidenciando un claro interés por sumarlo. Hubo sondeos de River Plate argentino, Corinthians de Brasil y también un equipo mexicano.
En las últimas horas, según supo Ovación con fuentes allegadas al jugador, surgieron más novedades: reflotó un ofrecimiento, que está “muy avanzado” y la posibilidad de que emigre al exterior cada día cobra más fuerza.
Desde Nacional confirmaron que la única propuesta que está arriba de la mesa es la de Newell’s, donde la voz de mando para las decisiones técnicas es la del uruguayo Mauricio Larriera, quien lo pidió como refuerzo. El entrenador lo sufrió en una oportunidad, cuando en el Clausura 2020 Peñarol visitó Belvedere y el delantero transformó en gol un penal a favor de Liverpool.
Ramírez, por su parte, está abierto a escuchar propuestas para dar un salto de calidad en su carrera, pese a tener contrato vigente hasta diciembre de 2024. Así lo dejó en claro el pasado martes en diálogo con Ovación: “La realidad marca que tengo contrato con Nacional un año más, pero todas las partes tenemos claro que, cuando se hace un año bueno en números y goles, las chances de salir están y hoy son muy altas porque hay varias ofertas sobre la mesa”.
Aquellos que estén interesados en él deberán ofertar una suma que Nacional y Liverpool (los dueños de su ficha en cantidades iguales) evaluarán si es (o no) suficiente para su consideración.
“Estoy contento porque si viene algo, obviamente es para mejorar en todo sentido. Y si no sale, estoy muy contento en Nacional. Valoro muchísimo estar en el club”, expresó el Colo.
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