Un triunfo para la gran historia: la importancia del 2-0 de la Celeste sobre Brasil

Desde 1950 Uruguay solo pudo vencer a la selección brasileña nueve veces en 48 ediciones de uno de los clásicos sudamericanos.

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El festejo de Darwin Núñez en el duelo entre Uruguay y Brasil.
El festejo de Darwin Núñez en el duelo entre Uruguay y Brasil.
Foto: Darwin Borrelli.

Redacción El País
El triunfo frente a Brasil del pasado martes vale porque consolida el trabajo de Marcelo Bielsa al frente de la selección uruguaya, suma tres puntos valiosos en el camino rumbo al Mundial 2026, rompe una racha de 22 años sin victorias sobre este rival y también porque después de Maracaná 1950 ha resultado difícil vencer a la Canarinha.

Luego de aquel triunfo que le dio a los celestes su cuarto título mundial, Uruguay y Brasil se enfrentaron en 48 oportunidades, y desde entonces solo se les pudo ganar nueve veces.

En total hubo 79 partidos entre ambos a partir de 1916, con 38 triunfos brasileños, 21 uruguayos y 20 empates. Los celestes dominaron inicialmente la estadística, pero a medida que el fútbol brasileño fue progresando los números comenzaron a emparejarse.

Después del Maracanazo, los verdeamarillos se impusieron 24 veces, contra 15 empates y esos nueve triunfos celestes. Debe recordarse que en las siete décadas posteriores a aquel glorioso 2 a 1, Brasil fue cinco veces campeón mundial y Uruguay ninguna.

Eso justifica que se valore y se festeje cada victoria. Y la mayoría de esas victorias fueron relevantes por sí mismas.

La más importante, seguramente, fue la del 10 de enero de 1981, cuando el 2-1 permitió ganar la Copa de Oro, un torneo oficial de la FIFA para celebrar el cincuentenario de la primera Copa del Mundo. Los brasileños se tomaron a pecho ese partido, pensando que podía ser una especie de desquite de1950. De hecho, el partido pareció seguir el libreto de aquel partido legendario, pero al revés. Se puso en ventaja el local, en este caso Uruguay, a través de Jorge Barrios. Empató Sócrates, pero Waldemar Victorino evitó el Maracanazo al revés con un gol de cabeza cerca del final.

Otra gran fecha: 27 de octubre de 1983, por la primera final de la Copa América. Fue una noche memorable por la claridad del triunfo (2-0), por la calidad de los goles de Enzo Francescoli y Víctor Hugo Diogo y porque encaminó a Uruguay a conquistar otra Copa América.

Mucho más sufrido resultó el triunfo del 1 de julio de 2001, cuando por las eliminatorias para Corea Japón 2002 se venció en el Centenario con un gol de penal de Federico Magallanes. La falta había sido sobre Álvaro Recoba, cuyo avance con la pelota metió miedo en la defensa brasileña. Fue un gran paso hacia la clasificación, aunque quedaba todavía un buen trecho. Si habrá sido valioso aquel triunfo que no se repitió hasta el martes pasado.

Sin peso para clasificaciones, pero con el valor de lo único, el triunfo amistoso del 26 de noviembre de 1992 en Campina Grande: fue el único logrado sobre Brasil como visitantes después de Maracaná.

Se logró con un equipo sin grandes figuras, dirigido por Luis Cubilla. Los goles fueron de Nelso Cabrera y Hugo Guerra.

Unos meses antes, ese mismo plantel le había ganado a los brasileños un amistoso en Montevideo. El gol, aquel 30 de abril de 1992, fue de Adrián Paz.

En su momento fue muy celebrado el 3 a 0 por el Sudamericano Extra de Guayaquil, el 12 de diciembre de 1959. Brasil era campeón del mundo, Uruguay había quedado afuera de ese Mundial en Suecia, pero en tierras ecuatorianas los celestes fueron campeones con brillo. Los goles de aquella noche los hicieron Guillermo Escalada, Mario Bergara y José Sasía.

Hubo otros dos triunfos sobre Brasil. Por el Sudamericano de 1957 en Lima, el 28 de marzo se ganó 3 a 2, con dos goles de Norberto Campero y otro de Javier Ambrois. No sirvió para pelear el título, que quedó en manos de un gran equipo argentino.

Finalmente, el 9 de julio de 1960 en el Estadio Centenario, un gol de Domingo Pérez significó la victoria por la mínima en el marco de la Copa del Atlántico, un certamen que involucraba también a Argentina y Paraguay. Aquel Brasil seguía siendo campeón mundial, pero Uruguay tuvo una opaca campaña y quedó tercero entre cuatro.

Uruguay vs. Brasil en 1983
Uruguay vs. Brasil en 1983.
Foto: Archivo/El País

Empates que valieron como victorias para levantar dos copas América

Además de los nueve triunfos obtenidos por Uruguay sobre Brasil desde 1950 deben recordarse dos empates que terminaron pesando como victorias, al permitir la conquista de sendas copas América.

El primero fue el 1-1 en la segunda final del torneo de 1983, jugada el 4 de noviembre de ese año en el estadio Fonte Nova, Salvador de Bahía. Los celestes venían de imponerse 2-0 una semana antes en el Estadio Centenario, por lo cual la igualdad significaba el título. Brasil comenzó ganando con gol de Jorginho, pero poco a poco los celestes fueron equilibrando el juego. A los 77 minutos, Venancio Ramos eludió en la derecha al lateral Junior, tocando la pelota por un lado y yendo a buscarla por el otro. Enseguida sacó el centro al medio del área. Aguilera fue a buscarla y le ganó en el salto a los corpulentos zagueros Marcio y Mozer para sacar el cabezazo. El arquero Leao alcanzó a tocar pero no pudo desviar. Fue el empate celeste, que su autor no pudo ver: Marzio chocó su cabeza contra la del “Pato” al intentar rechazar, y este cayó desvanecido mientras la pelota rebotaba en la red.

Después, Uruguay cuidó el resultado y levantó el viejo trofeo.

El tiro libre de Bengoechea que dejó parado a Taffarel y significó el empate para Uruguay en la final de 1995
El tiro libre de Bengoechea que dejó parado a Taffarel y significó el empate para Uruguay en la final de 1995.
Foto: Archivo/El País

Doce años más tarde, el 23 de julio de 1995, el fútbol celeste festejó una nueva Copa América frente a Brasil, también después de un 1-1. Fue por la final del torneo, en el Estadio Centenario. Los verdeamarillos, consagrados campeones del mundo un año antes en Estados Unidos, comenzaron ganando con tanto de Tulio. En el segundo tiempo, un exacto tiro libre de Pablo Bengoechea en el arco de la Colombes puso la igualdad.

En este caso hubo que definir por penales: Uruguay acertó los cinco (a través de Enzo Francescoli, el propio Bengoechea, José Herrera, Álvaro Gutiérrez y Sergio Martínez) en tanto Fernando Álvez atajó el de Tulio.

También por la Copa América, Brasil eliminó dos veces en semifinales a Uruguay por penales. En Lima 2004, tras un empate 1 a 1, y en Maracaibo 2007, después de un 2-2. En ambas oportunidades los brasileños terminaron siendo campeones.

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