Nacional ganó, mantuvo su arco en cero por primera vez en la temporada, quedó a tres del líder (Liverpool) y le sacó mayor diferencia a Peñarol (5), su rival de todas las horas. Pese a todos estos elementos, el final del encuentro en el Parque Viera (1-0 a Racing) fue extraño, con algunos silbidos, otros aplausos y poca euforia. Quizás fue por cómo se dio el segundo tiempo, pero principalmente el tramo final del partido, donde Nacional sufrió posicionado exageradamente en su campo, aunque su adversario no le generó muchas situaciones de gol y no hubo atajadas claras de Luis Mejía, quien no estará el próximo encuentro.

Es que después de un aceptable primer tiempo, contando nuevamente con Luciano Boggio como el estandarte del equipo por su intensidad, Nacional mermó su rendimiento en el complemento, le costó generar peligro y empezó a retroceder. Para que ello no aconteciera no ayudó la variante de Martín Lasarte de poner un zaguero como Paolo Calione y sacar a Mauricio Pereyra, posicionando así una línea de cinco defensores.

Foto: Ignacio Sánchez.

“Arriesgar es quedar como estábamos, y que nos siguieran haciendo el 2 vs 1 por afuera”, se excusó Lasarte en conferencia, algo ofuscado por la pregunta de un periodista en relación al largo trecho de partido que quedaba para jugar tan atrás en el campo. “No nos vanagloriamos, pero al final estuvo bien. El resultado parece que no se valora, quedamos a tres del líder” insistió el DT. Y, aunque en parte tiene razón, los fanáticos quedaron ofuscados, ya que la sensación reinante en el Viera era que el gol de Racing estaba al caer. Lo tuvo Brazionis con un cabezazo que se fue apenas afuera, Da Silva con una media vuelta que se fue desviada y hasta Tomatis que, como en el primer tiempo anotó, pero su gol fue anulado por una posición adelantada bien pitada; la del primer período generó más dudas, pues la diferencia era casi imperceptible con el último defensor.

Foto: Ignacio Sánchez.

Lasarte le atribuyó al cansancio y a las virtudes del rival lo que pasó en el final del juego, en una noche que estuvo contaminada por dos hechos que acontecieron en la tribuna Obdulio Varela, cuando en distintos momentos del partido dos hinchas se desvanecieron y tuvieron que ser asistidos por los médicos, lo que llevó a que se tuvieran que jugar 60 minutos en el primer tiempo.

Es raro, pero fue un triunfo de Nacional silbado y la paciencia del hincha con Lasarte parece acabarse; y si sale campeón, ¿qué pasará?