Marcelo Bielsa tiene muchas virtudes; una de ellas es que en general analiza muy bien los partidos una vez finalizados. Y fue lo que pasó este martes, en Maturín, tras el 0-0 contra Venezuela. “El resultado fue generoso con nosotros. Conseguimos un punto que no representa lo que pasó en la cancha, especialmente en nuestra área. Sufrimos muchas situaciones de peligro. Con la formación que presentamos deberíamos haber jugado un partido más igualado”, admitió.

No se puede desconocer que faltaron siete habituales titulares, y que Sebastián Cáceres no jugó porque se lesionó al minuto, pero la actuación de la Celeste de anoche fue preocupante y se suma a varios rendimientos irregulares consecutivos, que empiezan desde la derrota con Colombia en la Copa América (aunque en ese juego la selección tuvo situaciones claras de gol), pasando por el partido por el tercer puesto en Estados Unidos contra Canadá (se ganó por penales, pero se jugó muy mal) y siguiendo por el empate a cero contra Paraguay, en un encuentro que fue parejo, con escaso peligro en las áreas, donde Uruguay solo tuvo una media tijera de Luis Suárez y un remate de Brian Rodríguez como jugadas de riesgo.

No hay que dramatizar ni mucho menos. Uruguay está tercero en las Eliminatorias, sacó un empate de visitante jugando con varias ausencias, entre las cuales estaban los jugadores más importantes del plantel, como Nahitan Nández, Ronald Araujo, Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, Nicolás de la Cruz y Darwin Núñez, solo por nombrar a algunos. Pero tampoco es posible ignorar que el funcionamiento en esta doble fecha de setiembre generó mucha inquietud.

Sería muy superficial hablar solamente de que Uruguay no hizo goles en estos dos cruces de Eliminatorias y que, incluso, lleva dos tantos anotados en los últimos cinco partidos oficiales (los de Canadá, de Rodrigo Bentancur y Luis Suárez) teniendo en cuenta que la Celeste tampoco anotó contra Brasil en Las Vegas (ganó por penales) y contra Colombia en Charlotte.

Lo más preocupante debe estar centrado en la poca creación que tuvo la selección en estos 180 minutos. Anoche no funcionaron los extremos -se alternaron constantemente Facundo Pellistri, Maxi Araújo y Cristian Olivera- y a diferencia de lo que sucedió frente a Paraguay el equipo ni siquiera pudo poner la pelota en el sector de influencia de esos jugadores, que perdieron la mayoría de los duelos. A su vez, al no estar De la Cruz, Bentancur ni Giorgian de Arrascaeta, el callejón central prácticamente no existió. Solamente se puede destacar una pelota filtrada de Manuel Ugarte a Pellistri que levantó un centro de peligro.

Un sello que distinguía a la selección de Bielsa era la intensidad y la rápida recuperación de pelotas que tenía. Contra Paraguay ya se vio un equipo más abajo de lo habitual en este ítem y contra Venezuela se intensificó esta falencia, seguramente con alguna cuota de incidencia de la humedad y el calor. Si bien Ugarte y Emiliano Martínez fueron los que más intentaron darle energía al equipo, el resto no acompañó y el rival tuvo las situaciones de gol más claras, provocando que Sergio Rochet fuera la figura con dos mano a mano y un par de remates difíciles atajados. Además, el equipo de Batista contó con dos cabezazos sumamente peligrosos: uno de Salomón Rondón en el primer tiempo y otro de Yordan Osorio, solo, cerca de final.

Las atajadas de Sergio Rochet, la seguridad de Santiago Bueno, el buen rendimiento de Guillermo Varela y la certera respuesta de Emiliano Martínez entran dentro de los aspectos positivos que se trae Bielsa de Venezuela, más allá de que quedó evidenciado en algunas posiciones que la diferencia entre los titulares y los suplentes es grande.

Uruguay quedó tercero en las Eliminatorias, la tabla no es factor de intranquilidad, pero sí el juego de la Celeste.