Redacción El País
Más allá de los resultados, la Copa América 2024 representó un gran paso atrás en la evolución del fútbol continental, entre errores de organización y decisiones cuestionables de las autoridades de la Conmebol.

Para colmo, la disputa simultánea de la Eurocopa llevó a que el torneo americano sufriera una desventajosa comparación con lo ocurrido en el certamen jugado en Alemania. Los hechos ocurridos también deberían representar un alerta importante para la FIFA ante la Copa del Mundo 2026, una de cuyas sedes será Estados Unidos (junto a México y Canadá).

Se pueden resumir diez razones para que la Copa América resultara una empresa fallida, seguramente no en su recaudación pero sí en un montón de aspectos. En dos palabras: un desastre.

Todo empezó con el armado de las series y el fixture, pensado para que ni por casualidad Argentina y Brasil se cruzaran antes de la final. Esto implicó que en las semifinales se repitiera un partido (Argentina-Canadá) y que casi ocurriera lo mismo en la otra, porque si Brasil le ganaba a Uruguay en los penales tenía que volver a enfrentar a Colombia.

También fue muy comentado el camino “aliviado” de Argentina hasta la final, mientras el resto de los favoritos se concentraban del otro lado del cuadro. Y no se explica que se siga privilegiando a México como cabeza de serie, cuando sus resultados no lo acreditan.

Además, la época del año elegida implicó sufrir los peores calores del verano estadounidense. Esto fue especialmente grave en algunas sedes del centro del país, donde el clima veraniego es todavía peor. Es cierto que el estadio de Las Vegas contaba con refrigeración, pero no los campos de entrenamiento de esa ciudad, donde hubo por esos días temperaturas superiores a los 45 grados. En Kansas City, otra ciudad de insoportables veranos, se desmayó un árbitro asistente por un golpe de calor en pleno encuentro Canadá-Perú. En general no se establecieron pausas para que los jugadores se refrescaran, lo que sí se vio en la Eurocopa.

La decisión de prolongar el entretiempo de la final a 25 minutos para ofrecer un espectáculo alteró todos los usos del fútbol y, peor todavía, el propio reglamento del fútbol. Allí se establece que el descanso entre el primer y el segundo tiempo no debe durar más de 15 minutos a menos que lo autorice el árbitro. Ni la Conmebol ni la FIFA pueden modificar unilateralmente el reglamento. Lo más insólito es que en la primera ronda se suspendió a entrenadores de equipos que se demoraron un minuto o dos al regresar del descanso.

Todo esto era conocido el domingo pasado, Marcelo Bielsa denunció varias de estas cosas, hasta que previo a la final llegó lo peor: graves incidentes en la entrada al estadio de Miami que pudieron terminar en una tragedia.

Hicieron todo para que Argentina y Brasil solo se cruzaran en la final. Por eso se repitió Argentina-Canadá en una semifinal. Y si Brasil le ganaba a Uruguay, se hubiera repetido la otra semi.

La ceremonia inaugural fue breve y aburrida, sin demasiado color. Tan olvidable que nadie la debe recordar ahora. Y eso que tuvieron mucho tiempo para prepararla...

Foto: EFE

El discurso inaugural de un pastor evangélico paraguayo violó uno de las normas de la FIFA, en el sentido de que no deben expresarse opiniones políticas o religiosas en las competencias.

Una queja casi unánime de técnicos y jugadores. La colocación de césped natural a último momento sobre pisos sintéticos no resultó. Tampoco los campos de entrenamiento estaban en condiciones.

La utilización de estadios de fútbol americano obligó a achicar las dimensiones de las canchas. En el estadio MetLife, había tan poco espacio que no se veía por TV la línea de costado.

Hizo calor en todas las sedes, pero en las del centro del país, donde los veranos son tremendos, las temperaturas fueron inapropiadas para hacer deporte. Hasta se desmayó un árbitro asistente...

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Muchas selecciones fueron obligadas a jugar en puntos distantes del enorme territorio estadounidenses de un partido para otro. Uruguay, por ejemplo, sumó 8.311 km en vuelos.

Sin controles sobre la venta de alcohol, sin protección especial para familiares de jugadores en la tribuna, se vivieron momentos de gran tensión al final del partido Uruguay-Colombia.

Foto: AFP.

El espectáculo de Shakira en el entretiempo de la final duró más de 25 minutos, cuando las reglas del fútbol establecen que los descansos no deben extenderse por más de 15 minutos.

Foto: Buda Mendes/AFP fotos

Para cerrar todos los despropósitos, la final empezó 90 minutos más tarde de lo previsto por los graves incidentes registrados luego que aficionados colombianos intentaran entrar sin boletos.

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