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Cada vez más jugadores y figuras del entorno del fútbol se animan a cambiar la pelota por la tabla, el mar y las olas.
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En un país que mira al Océano Atlántico como Uruguay es lógico que muchas personas se animen a los deportes acuáticos. El surftuvo un crecimiento lento en esta zona del mundo, pero hoy es una de las actividades que centenares de uruguayos empiezan a animarse a practicar desde el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, hasta futbolistas reconocidos lo tienen como uno de sus hobbies.
En el caso de algunos jugadores, como Naithan Nández o Matías Masiero, el surf los acompañó toda la vida por haber nacido en balnearios como Punta del Este en el caso del primero y Ciudad de la Costa, en el del segundo. Otros, se encontraron más adelante con el surf, como Ignacio Ithurralde o Alejandro Lembo.
Entre los inesperados surfistas del fútbol uruguayo figuran Sebastián Fernández, quien según dicen es muy bueno en las olas; Daniel Carreño, que dice ser un apasionado del deporte; y hasta Juan Pedro Damiani fue visto en Punta del Este probando suerte en las olas.
El caso más emblemático, que junta surf y fútbol, es probablemente el de Gonzalo “Pollo” Madrid, uno de los pioneros del deporte en Uruguay, que además transmitió la pasión a sus hijos Santiago y, especialmente, Lucas Madrid, campeón latinoamericano de Surf y dos veces campeón uruguayo.
Desde las olas.
Entre los talentos futbolísticos uruguayos que disfrutan del mar está Naithan Nández, quien comentó al diario argentino Olé en 2017 que disfruta de la vida al aire libre y que al ser de Punta del Este, le gustaba practicar deportes acuáticos y “estar arriba de la tabla”.
En tanto, Ignacio Ithurralde, actual DT de Boston River dijo a Ovación hace algunas semanas que empezó a practicar surf luego de dejar el fútbol profesionaly que fue otro jugador, Matías Masiero, el responsable de que aprendiera.
“Me vinculé con todos los amigos de Matías, que eran todos surfers; me incluyeron rápido, y me hicieron sentir cómodo dentro de un deporte que no era el mío y, la verdad, que me apasioné”, comentó el exfutbolista.
Matías Masiero -quien jugó en Italia, China, Chile y Uruguay-, por su parte, contó que cuando Ithurralde le pidió que le enseñara le dijo que “era una papa” y que sólo tenía que tirarse al agua. Al principio, lo hicieron juntos, luego el técnico de Boston River fue soltándose y animándose a más.
El vínculo de Masiero y el mar es más largo: “Cuando tenía 10 años a mi mamá se le ocurrió comprarme una tabla que tenía un amigo a la venta y desde entonces nunca dejé de surfear; jugué alrededor de 14 años al fútbol profesional y paralelamente nunca dejé de hacerlo”, contó el exjugador de 34 años a Ovación.
Sin embargo, aseguró que no lo recomienda durante la competencia: “El fútbol es como que te endurece y el agua afloja, entonces, en mi experiencia era contraproducente. Aunque por otro lado está todo el tema de la columna, trabajás músculos que en el fútbol no los tocás. Pero cuando tenía libre o vacaciones, sí lo hacía”, detalló.
Otro exfutbolista, ahora preparador físico, que “se tira al agua” es Gabriel Alcoba. El ex Peñarol, Wanderers y Danubio, contó que empezó con el surf cuando tenía unos 18 años y vivía en Maldonado: “En 1998 conseguí una tabla recauchutada y con unos amigos nos metimos en la playa El Emir y pasamos toda una tarde aprendiendo. Fue medio autodidacta”, detalló.
Luego, cuando empezó a estudiar en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) de Maldonado, encontró “compinches y se animó más.
Sin embargo, a partir de 2001, cuando empezó a dedicarse al fútbol profesional se alejó. “Hoy lo hago más como un hobbie o algo recreativo. En los lugares que estuve como futbolista también aproveché: en Ecuador fui a visitar Montañita, en Perú recorrí el norte y el sur también”, remarcó.
Juan Malek, cinco veces campeón uruguayo en Longboard -tabla de más de nueve pies de largo- y exentrenador de la selección uruguaya de surf, es uno de los responsables del amor por las olas de muchas figuras del fútbol uruguayo e internacional.
“Por la Escuela de Surf la Olla pasaron muchos futbolistas: Alejandro Lembo o el argentino Diego Placente”, comentó a Ovación el surfista y responsable desde hace más de dos décadas de la escuela surf ubicada en la parada 3 de la Playa Brava de Punta del Este.
Uno de sus alumnos más reconocidos es Antonio “Tony” Pacheco. Juan, hincha de Nacional, dejó de lado las pasiones futbolísticas para darle clases al ídolo aurinegro que comenzó con el hobbie en el verano de 2021, el primero en pandemia. Pacheco se acercó a la olla y se animó a ponerse el traje de neopreno.
La realidad es que el surf crece en Uruguay y cada vez son más los que se animan a probar suerte en las olas. Para muchos futbolistas, es una pasión que se despierta a la hora de colgar los botines. Sin los tapones puestos, ya pueden subirse a la tabla y cruzar el mar.