ELIMINATORIAS
En un partido que comenzó con muchos errores y que terminó con una polémica grande, la Celeste venció a Perú con gol de De Arrascaeta y un Sergio Rochet clave con sus intervenciones.
Las familias adentro de la cancha. Los niños jugando con la pelota imitando a sus padres. Luis Suárez por largos minutos mirando a los hinchas y aplaudiéndolos. Emocionado. Diego Alonso dándose un gran abrazo con su esposa e hijos. Todas imágenes que se dieron apenas pocos minutos después del triunfo de Uruguay 1-0 contra Perú, resultado que lo metió en el Mundial de Catar con una fecha de anticipación, lo que nunca había pasado con este formato de clasificación. Algo inimaginado después del 0-3 contra Bolivia en La Paz, hace tan solo tres fechas atrás, cuando la Celeste había quedado en la séptima colocación.
¿Qué pasó? Primero una decisión pesada del Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) liderado por Ignacio Alonso, que tomó la decisión más difícil de la última década: cortar un proceso de 15 años, con la salida de Óscar Tabárez y su cuerpo técnico. En segundo lugar, la decisión de contratar a Diego Alonso cuando todos los flashes estaban prontos apuntando a otro Diego, a Aguirre. En tercer orden, la elección de jugadores del Tornado. Cuando la mayoría pensaba que iba a realizar cambios drásticos, el DT apostó a los futbolistas de experiencia, los respaldó y les respetó su lugar, ese que se habían ganado en la cancha. Les dio la posibilidad de redimirse y poder cambiar la imagen que estaban dejando en las Eliminatorias y que había dejado tambaleando a la Celeste tras los resultados adversos.
Pero el Tornado le dio su impronta a la selección uruguaya, claro. Le dio la titularidad a Sergio Rochet en el arco, le dio la confianza a un olvidado del Proceso Tabárez, como Mathías Olivera, apostó a Facundo Pellistri, por el que fue muy cuestionado.
Y los jugadores respondieron. Se concientizaron que todavía se podía clasificar directo, que dependía de ellos. Y en esa mentalización fue clave Diego Alonso. Fue clave el profe Óscar Ortega, un especialista en sacar la mejor versión de los jugadores.
Uruguay venció a Paraguay en Asunción, sobreponiéndose a un inicio adverso, con nervios e inseguridades. Uruguay goleó a Venezuela en el Centenario y así se posicionó mejor en la tabla. Y confirmó anoche, con un sufrido 1-0 a Perú con gol de Giorgian De Arrascaeta.
No fue fácil ni mucho menos. Los primeros 20 minutos fueron quizás lo más pobre de la Celeste desde que Alonso es el entrenador. Es que Perú fue muy peligroso y aprovechó cada uno de los errores de la defensa uruguaya, a la que le costó salir, con una buena estrategia de Ricardo Gareca, por el lugar donde buscó presionar a la Celeste. Y la complicó.
Sergio Rochet se vistió de héroe con dos atajadas fundamentales en el peor momento de Uruguay. Le sacó el gol a Lapadula en un cabezazo tras centro de Advíncula y posteriormente le atajó un mano a mano luego de un error de José María Giménez.
Los minutos pasaron y Uruguay se fue acomodando hasta que Federico Valverde sacudió la modorra, remató a distancia y Gallese la mandó al córner. De esa incidencia se gestó la jugada que finalizó con el gol de Giorgian, que ha tomado un rol protagónico en este Uruguay del Tornado Alonso.
En el segundo tiempo Uruguay controló el juego y no pasó zozobras hasta que en el tercer minuto de adición se cerró un centro, Rochet lo atajó y todo su cuerpo quedó adentro del arco, aunque con las manos -y la pelota- aparentemente en la línea. Fue revisada por el VAR, el partido siguió pese a la bronca de los incaicos y Uruguay se quedó con un triunfo que lo metió en la Copa del Mundo de Catar 2022 ya que Chile perdió con Brasil.
Uruguay por cuarta vez consecutiva se metió en el Mundial. Y esta vez sin necesidad de sufrir en la última fecha.