ELIMINATORIAS

Uruguay dejó dos puntos ante Paraguay, regaló un tiempo y desaprovechó la posibilidad de meterse en zona de clasificación directa al Mundial de Catar 2022.

El planteo inicial, desde el libreto, parecía muy bueno y alentador; pero no funcionó. Mejoró cuando cambio marca por buen pie. En la última media hora del partido encontró su mejor momento acompañado por un muy buen ingreso de Facundo Torres.

En el primer tiempo le anularon mal un gol a Jonathan Rodríguez, es cierto, pero a pesar de esa incidencia la Celeste tuvo casi 70 minutos para revertir la historia. 

Ahora, el martes, se viene Venezuela. Sumar, y si es posible ganar ante una de las selecciones más débiles del continente, se vuelve indispensable para seguir en la pelea.

Uruguay se fue al descanso con más dudas que certezas. Fueron 45 minutos algo confusos, con pocas ideas. Un equipo que quedó largo en la cancha y no encontró los caminos para poner en aprietos a Paraguay. Apenas tuvo dos chances de gol en la primera parte.

La Celeste inició el juego con una línea de tres en el fondo (Martín Cáceres, Diego Godín y José María Giménez) sumado a dos carrileros (Giovanni González y Matías Viña) para hacer el ida y vuelta. Rodeó el mediocampo de buen pie y en ofensiva puso todo el peso ofensivo de Luis Suárez y la velocidad y la picardía de Jonathan Rodríguez. El plan parecía atractivo, pero no dio sus frutos.

Sobre los 9' el "Pistolero" tuvo una clarísima, pero su cabezazo se fue por encima del horizontal. La defensa guaraní perdió la marca del salteño, que estuvo cerca de convertir.

Seis minutos más tarde Paraguay respondió con un potente disparo desde afuera del área de Ángel Romero que obligó a la volada espectacular de Fernando Muslera.

Sobre los 24' llegó la polémica de la noche. Rodríguez mandó la pelota al fondo de la red, pero el línea levantó la bandera y ahogó el grito de gol celeste. El VAR confirmó la decisión por entender que Viña participó de la incidencia. Sin embargo, en la repetición se observa que el lateral ni toca la pelota ni amaga a ir hacia ella ni interfiere en la visual del arquero. 

Después, poco más. Ninguno de los del medio pudo romper líneas y los que fueron por afuera apenas pudieron llegar hasta el fondo para buscar a los atacantes. El mérito fue todo para el conjunto guaraní, que se hizo fuerte en esa zona del campo y malhumoró a la Celeste.

En el complemento, lejos de ser un cambio defensivo, el maestro sacó a Vecino y puso a Lucas Torreira. A partir de ahí el equipo, sin ser un ballet y muy lejos de su mejor versión, pudo pararse con otra firmeza. Al menos consiguió otro orden e hizo entrar a Suárez en juego. Valverde, además, se soltó y pudo hacer algo de lo que mejor sabe: distribuir el juego.

En el primer cuarto de hora, Uruguay llegó en dos ocasiones. Primero probó Suárez con un tiro que se fue por arriba del travesaño y después el propio Torreira con un disparo que terminó en las manos del arquero. Al menos un aviso y un signo de alerta para el equipo de Eduardo Berizzo que se encontraba muy cómodo en el Centenario. La Celeste se adelantó en la cancha, presionó a la visita y por primera vez en la noche le hizo sentir el rigor a Paraguay.

Por otra parte, el ingreso de Facundo Torres (que hizo su estreno en la mayor) le agregó un plus a la ofensiva Celeste. Ingresó con la misma desfachatez que lo hace en el fútbol local, también con una gran personalidad para hacerse cargo de la conducción, y le trajo varios problemas a la última línea rival.