COPA LIBERTADORES

Nacional se presentó en el estadio Libertadores de América ante River Plate con un esquema similar al que utilizó en ambos partidos ante Independiente del Valle: 4-1-4-1. Sin embargo, tuvo una mayor ambición ofensiva y llegó con peligro hasta el arco de Armani.

De cualquier manera, el local —tal cual se esperaba— fue un poco más punzante y generó peligro. Y si River no se fue en ventaja al descanso se debió a dos protagonistas: Sergio Rochet y el VAR.

Primero el árbitro colombiano Andrés Rojas sancionó un penal inexistente de Agustín Oliveros contra Matías Suárez en el minuto 39'. Hubo revisión en el VAR, aunque sin la presencia del juez central en el monitor, y se confirmó la falta. Error del árbitro no subsanado por sus asistentes desde la cabina, pero allí estaba Sergio Rochet para adivinar lo que iba a hacer Rafael Santos Borré y detener el muy mal disparo del delantero millonario.

Ya en el final de la primera mitad, incluso en tiempo de adición, Matías Suárez llegó por la derecha, enganchó hacia el medio y sacó el disparo que venció a Rochet, pero esta vez el VAR sí jugó del lado de Nacional, como ya lo había hecho en el Parque Central ante Independiente del Valle. Se sancionó offside (existente, por cierto) del delantero de River y se mantuvo el 0-0.

Hasta ahí la cosa estaba Nacional 1-VAR 1, pero finalmente pareció decantarse en contra del tricolor, porque ya en tiempo de descuento Bruno Zuculini cabeceó en aparente posición adelantada y, aunque desde la cabina se tomaron su tiempo para trazar las líneas y decidir qué cobrar, dieron el gol por válido para el 2-0. La pelota, al momento de salir del pie de quien la centró, parece estar por detrás de la línea del definidor y éste con solo Rochet entre él y la línea de meta. Desde el VAR no lo vieron así y Nacional terminó perdiendo contra River y contra el VAR.