Enviados a Río de Janeiro, Brasil
La delegación de Peñarol en Río de Janeiro vivió en la madrugada de este miércoles un hecho muy común que suele darse previo a los partidos de Copa Libertadores cuando un equipo es visitante.

Alrededor de las 3:00 de la mañana y minutos después de que cientos de hinchas aurinegros se retiraran de uno de los bares ubicados en la rambla de Barra da Tijuca, en la zona de atrás del Windsor Barra y burlando la seguridad Policial que se ubica en la puerta del complejo hotelero, un grupo de hinchas de Botafogo lanzaron una primera batería de fuegos artificiales con el objetivo de alterar el descenso del plantel carbonero.

Eso provocó en primera instancia que los fanáticos carboneros corrieran desde la rambla hacia la calle paralela de atrás del hotel para intentar dar con los responsables de este hecho. No pudieron.

Minutos más tarde, sobre las 3:15, se lanzó otra batería de fuegos artificiales pero esta vez desde la rambla de Barra da Tijuca y nuevamente el grupo de fanáticos aurinegros volvió a trasladarse hacia donde estaban inicialmente para dar con sus pares del Fogão. Tampoco pudieron.

Fue un momento de tensión ya que esas bombas de estruendo cumplieron su cometido y molestaron bastante no solo a la delegación alojada en el hotel sino también a los edificios cercanos al Windsor Barra.

Luego, cuando la noche tenía pinta de ser más larga de lo esperado, un grupo de hinchas carboneros se puso a cantar, algo muy común por estos días en Río de Janeiro ya sea en las afueras del hotel, la playa o bares de la zona, como para darle un cierre a la vigilia al partido que el equipo de Diego Aguirre jugará este miércoles desde la hora 21:30 (ESPN y Disney+) frente a Botafogo en el Estadio Nilton Santos.