ANÁLISIS

Nacional necesitaba una presentación así. Mucho más ahora en la previa al debut en la Copa Libertadores. Ayer sufrió más de la cuenta para cerrar el partido ante Plaza Colonia, es verdad, pero confirmó con un triunfo muchas de las cosas buenas que ya había mostrado en algunos pasajes de este Torneo Apertura.

En el primer tiempo tuvo cuatro ocasiones claras para ponerse en ventaja, pero no pudo convertir. Plaza le dio la pelota y se dedicó a jugar de contra, libreto que mantuvo hasta el final del partido. Nacional mostró muchas cosas interesantes: movilidad por las bandas, otra buena actuación de Franco Fagúndez en ataque yendo y peleando contra todos, y solidez defensiva para resolver ante cada arremetida visitante.

En el complemento, apoyado también por los ingresos de Diego Zabala y Emmanuel Gigliotti, el tricolor inclinó la cancha y pisó el acelerador definitivamente en busca de la victoria; pero recién a los 84’ encontró el tanto del triunfo.

Un potente remate del centrodelantero argentino sorprendió a todos en el Patablanca. Solo reaccionó Nicolás Guirin, que fue sobre el poste donde se estrelló la pelota. Zabala se avivó rápido, aprovechó el rebote y la mandó a guardar para desatar el festejo del GPC.

En los últimos minutos, Plaza salió con todo en busca del empate, pero Nacional lo controló bien e incluso pudo ampliar diferencias con un poco más de precisión en la resolución de las jugadas. Ganó Nacional y está bien. Con aciertos y errores, fue el que tomó riesgos. Igualó la línea de Peñarol en el Apertura y llega con confianza al estreno del miércoles en Copa Libertadores como visitante ante Red Bull Bragantino.

No hubo rendimientos bajos ayer, sí varios puntos altos que alimentan la esperanza de cara a lo que viene.

Mathías Laborda jugó un partidazo. Volvió a la titularidad y con un par de cierres espectaculares, se ganó los aplausos de los hinchas. Zabala y Gigliotti jugaron para quedarse en el 11. Ni Zunino ni Fagúndez hicieron un mal partido, está claro, pero los dos entraron y le dieron un salto de calidad al equipo cuando más lo necesitaba.

José Luis Rodríguez, uno de los más parejos en lo que va del año, volvió a cumplir una buena labor en el lateral. Lo mismo Camilo Cándido por el carril izquierdo, un sector donde Nacional mostró falencias en las primeras fechas. El colombiano Alex Castro sigue dando buenas señales.

Parejitos: Leo Coelho y Felipe Carballo, dos que a veces pasan desapercibidos, pero que son claves en el andamiaje colectivo. Párrafo aparte para Sergio Rochet. Ayer casi no tuvo trabajo. Solo lo exigieron con un tiro traicionero, que le picó antes, e igual resolvió bien. Un arquero de otro nivel y despegado para el medio local.

Volvió Nacional. Ahora deberá mantenerse y crecer desde esas bases.