TORNEO CLAUSURA
Un gol del colombiano Juan Aguirre definió un partido en el que los albos terminaron jugando con un enganche y tres puntas, pero sin la precisión requerida.
Wanderers derrotó 1-0 a Nacional por la séptima fecha del Torneo Clausura. El conjunto tricolor llegó al Parque Viera con la posibilidad de ser líder de ambas tablas, pero fue sorprendido por un bohemio que supo aprovechar las falencias defensivas del rival.
Primer tiempo
El inicio del partido fue prometedor, porque ambos equipos tuvieron una posibilidad para anotar que no se concretó. Sin embargo, con el paso de los minutos todo se fue haciendo más entreverado y con pocas emociones. Nacional no consiguió desequilibrar por las bandas, porque Matías Zunino (que volvió a jugar luego de una lesión) y Alfonso Trezza jugaron lejos y no hubo juego asociado con los laterales.
Wanderers, en cambio, sí tuvo más profundidad por afuera, sobre todo cuando lanzó a Leonardo País. Y dio la sensación de que el bohemio intentó explotar los problemas que ha tenido el tricolor en el juego aéreo. Llegó al gol al minuto 41, precisamente luego de un par de centros que no logró despejar la defensa tricolor. Lo marcó el colombiano Aguirre, aunque no por arriba, sino al meter un anticipo en el primer palo ante una defensa rival que vio cómo desviaba el balón sin marca alguna.
Antes, un par de hechos importantes: la polémica por una posible falta en el área de Diego Polenta sobre Bruno Veglio que revisó el VAR y nada marcó (el zaguero toca pierna y pelota) y la lesión de Sergio Rochet que provocó su salida para que ingresara el exbohemio Martín Rodríguez, quien en su última participación fue clave al atajar un penal ante Fénix que valió los tres puntos. Rochet dejó el campo con un fuerte golpe en la mano.
Segundo tiempo
Luego que durante el entretiempo el tema casi exclusivo en el Viera fuera la polémica por el penal no sancionado —que a su vez quedó disimulada por la ventaja bohemia—, se vio a Nacional retornar con cambios. Afuera Alfonso Trezza y Maximiliano Cantera (inoperantes) y adentro Brian Ocampo y Leandro Fernández. La intención de Martín Ligüera era explotar las bandas, algo que el equipo no había hecho en la primera mitad.
Las variantes casi le dan resultado inmediato al técnico, porque Fernández tuvo el empate al recibir de Bergessio un balón de cara al arco y, casi sin marca, rematar afuera.
Y sobre llovido, mojado. A poco de iniciado el segundo tiempo, se fue por lesión también Armando Méndez, por lo cual Matías Zunino pasó al lateral derecho y Santiago Ramírez ingresó para ocupar la banda. No obstante, esto le dio un tono mucho más ofensivo a Nacional, pues pasó a jugar con tres puntas netos, a lo que le adosó otro cambio pensando en el arco de enfrente: el ingreso de Andrés D'Alessandro por Felipe Carballo.
Nacional estaba jugado al empate, como corresondía, pero también se exponía atrás. Diego Hernández pudo haber anotado, pero Martín Rodríguez salvó el arco tricolor y más tarde, a los 82', Rivero aprovechó un pase filtrado de Araújo para marcar el segundo, pero mientras los hinchas bohemios celebraban y los albos se tomaban la cabeza, apareció el VAR y anuló correctamente el tanto por offside.
Nacional fue pura intención, pero nada de claridad. Mostró fallas increíbles a la hora de manejar la pelota, de culminar las jugadas y hasta a la de marcar. Venía de cuatro triunfos consecutivos sin deslumbrar, pero la buena racha llegó a su fin en el Viera.
Ganó Wanderers, que se acomoda en el Clausura ya que quedó a tres puntos del líder Peñarol. Perdió Naciona, que llegó al Viera con el objetivo de ser líder del torneo corto y de la Anual y se cayó de ambas.