INN CONTENT PARA REXONA
Con importante trayectoria en España, se suma al proyecto profesional del tricolor
“El fútbol es mi vida. No puedo imaginarme sin el fútbol. Miro, vivo, respiro fútbol”, afirma Yamila Badell, la destacada jugadora uruguaya que regresó de España para firmar por el equipo femenino de Nacional.
A los 25 años, esta delantera zurda rápida y con llegada al gol ya tiene una importante trayectoria en el fútbol local: logró cuatro títulos uruguayos con Colón y jugó con la Celeste en todas las categorías, incluso en el Mundial de Azerbaiyán, donde convirtió dos goles. En España defendió al Málaga, al Tacón y al Racing. Es hija de Gustavo Badell, exfutbolista profesional, con quien incluso iba a entrenar de niña.
Además, Yamila observa con agudeza el momento del fútbol femenino en Uruguay, destacando su desarrollo y señalando los aspectos que pueden mejorarse. Por ejemplo, uno de sus proyectos es abrir una clínica para que más niñas se sumen al deporte. Admira a Mariona Caldentey, una volante por fuera del Barcelona. Entre los futbolistas hombres, a Luis Suárez.
El fútbol femenino está creciendo en el país gracias la acción de clubes en todos los niveles y la Asociación Uruguaya de Fútbol, más el apoyo de empresa como Rexona, que desde su lugar de sponsor busca potenciar la actividad.
Este es un resumen de la charla con Yamila:
-¿Qué significa tu llegada a Nacional, tanto en lo deportivo como en lo profesional.
-En lo deportivo el club está muy enfocado, con objetivos muy claros como la Copa Libertadores y el campeonato local. Vengo a sumar, a aportar mi experiencia. En lo profesional, llevaba mucho tiempo afuera y el último año fue de mucho desgaste mental y emocional. Necesitaba estar en casa. Además, tengo un proyecto de una clínica de fútbol femenino y pensé que estar en el país era lo mejor en los dos aspectos.
-¿Cuál es el balance de tu experiencia en el fútbol español?
-En España mejoré mucho en el conocimiento, me siento una jugadora más completa, que puede aportar en la ofensiva como delantera o en otras posiciones, como extremo o enganche. Es otro fútbol, más directo, más guerrero. El nivel es muy bueno. Jugaba en Primera B para ascender a Primera, que está reconocida como liga profesional, lo que demuestra lo competitiva que es. Allí jugaba con chicas de diversas nacionalidades, algunas dedicadas totalmente al fútbol, otras estudiaban y algunas buscaban otro empleo para complementar el salario del fútbol. En mi caso, me anoté en un master sobre personal training y nutrición deportiva.
-¿Cómo encontraste el medio local?
- En mis primeros días en Nacional veo que en el club se está trabajando de forma impecable, con un trabajo físico exigente, que es algo que muchas veces se siente en la competencia internacional. Son entrenamientos intensos, dinámicos, hay competencia en todas las posiciones y eso es buenísimo. En cuanto a los otros clubes, es un territorio que no he pisado pero por lo que me han comentado compañeras no es igual porque los recursos son otros.
-¿Qué necesita el fútbol femenino uruguayo para seguir progresando?
- Primero que nada, los clubes tienen que dar las condiciones adecuadas para el desarrollo de la actividad. Tiene que haber un compromiso del club pero también de la jugadora, porque esto es dar y recibir. No me refiero solo a un incentivo o un salario, sino darle visibilidad a la futbolista, darle condiciones, poder trabajar en un gimnasio, tener la indumentaria, cosas básicas para que pueda jugar. También está el papel de la AUF para que todos en conjunto saquen adelante el fútbol femenino, lo que será ganancia para todos. Si los clubes mejoran mejorará la selección y también el nivel general. Considero que hoy el nivel es bueno, pero siempre se le puede dar un plus.
-¿Cómo se puede avanzar en la equidad de derechos?
-Hay que hacer un trabajo en conjunto. Existe un mito de que el fútbol femenino da pérdidas, cuando se ha demostrado que puede dar ganancias, que la gente lo consume si se lo vende bien. El juego tiene que tener visibilidad, apoyo de empresas y de la prensa. Que todos pongan su granito de arena para que el fútbol femenino tenga mayor visibilidad. Con eso, de a poco la sociedad lo va a aceptar cada vez más. En un tiempo se catalogaba al fútbol como un deporte masculino, pero el deporte no tiene género. No solo algunas chicas que quieren jugarlo están reprimidas: a veces hablo con mujeres grandes que me dicen “ojalá hubiera nacido en esta época para poder jugar al fútbol”. Y en el propio fútbol femenino estamos creciendo, han entrado personas con otra cabeza, con la intención de trabajar y lograr un cambio. Como en todos los ámbitos de la vida, los cambios cuestan. Pero las jugadoras lo están viendo cuando se enteran que hay 15 colegas en el exterior. Eso llama mucho la atención.
-¿Cómo se puede atraer a más chicas al fútbol?
-Uno de mis proyectos es crear una clínica de fútbol para chicas de seis a doce años, para darle herramientas en una etapa de desarrollo temprano y puedan decidir si quieren jugar al fútbol. Que tengan un lugar para aprender. Hoy sé de casos de niñas que van al fútbol infantil con varones y a veces se sienten solas o apartadas. Si bien el panorama está mejorando y hay más equipos infantiles solo de chicas, con un buen trabajo de la Organización Nacional de Fútbol Infantil, las situaciones son diferentes según el club, el barrio, la localidad.
-¿Es más sacrificado el fútbol para las mujeres que para los varones?
-Sí, claro, pero para el género femenino la lucha se da en todos los campos, desde el deporte a los cargos importantes del país.
-¿Cómo te acercaste tú al juego?
-El fútbol lo tenía en la sangre, porque en la familia nunca me dijeron nada ni me dieron una pelota como el primer regalo. Mi madre a veces me armaba cumpleaños con todo rosado, pero yo quería que la torta fuera una cancha de fútbol y que los jugadores fueran los de un clásico. No lo digo porque estoy en Nacional ahora, pero mi primera indumentaria de regalo fue de Nacional. Luego le pedía a mi padre para acompañarlo cuando iba a entrenar y me gustaba imitar las cosas que hacían. Son cosas que nacieron en mí, como reflejo quizás del sentir de la tribuna y de la pasión.
-¿Llegaste a ver jugar a tu padre? ¿Qué dijo él sobre tu carrera?
-Llegué a verlo en Deportivo Maldonado, Bella Vista, Olimpia de Asunción, pero no en Nacional porque era muy chica. Cuando empecé a jugar, papá estaba chocho. Yo jugaba en el baby del Playa Honda y hacíamos entrenamiento complementario con él en el Parque Rivera, porque vivíamos enfrente. Control, pase, cómo poner el pie, cómo pegarle, siempre con su consejo. Y hoy sigue presente, siempre apoyando. De poco fui creciendo y jugando. Y veía que había chicas que jugaban conmigo que recibían citaciones a la Selección. Los sueños se iban acumulando, yo también llegué a la Selección y fui a jugar a Europa. Jugar en la Selección, vestir la camiseta más hermosa que un futbolista puede aspirar, es un orgullo y una responsabilidad muy grande.
Rexona es el sponsor oficial del torneo femenino de la Asociación Uruguaya de Fútbol
Rexona es el sponsor oficial del torneo de fútbol femenino de la Asociación Uruguaya de Fútbol. La marca líder de antitranspirantes de Unilever, en su permanente apuesta a un estilo de vida saludable y de superación personal, promueve el ejercicio físico y la práctica del deporte impulsando así el movimiento que contribuye con el bienestar de las personas.
En sus distintas acciones, la marca de la compañía Unilever busca inspirar confianza a las personas para que se muevan más, superando sus propios límites. El fútbol se presenta como un desafío para el apoyo de Rexona porque además de impulsar la actividad de todos los jugadores, moviliza a los hinchas por su pasión. Se estima que la actividad oficial de fútbol femenino en el país involucra a más de 5.000 jugadoras
“Hay más de 5000 mujeres que practican fútbol femenino en los torneos oficiales de las distintas categorías de la AUF, de modo que es una forma de llegar con nuestro mensaje a través de una acción que impulsa el movimiento, en general, y promueve el fútbol femenino en particular, donde buscamos incentivar una mayor difusión de la práctica de este deporte entre las mujeres, ya que ofrece un gran potencial de crecimiento”, señaló Florencia Villar, Brand Manager de la Categoría Desodorantes y Jabones de Unilever.