Pocos jugadores son más queridos en la gira y en el mundo del golf como Rickie Fowler. Desde su irrupción en el PGA Tour en 2009, Fowler ha generado y aportado mucho a la popularización del golf, sobre todo entre los más jóvenes. Su larga cabellera, su swing particular y su vestimenta descontracturada hicieron que rápidamente el mundo del golf lo adoptase como uno de los jugadores más queridos.

Su carrera estuvo siempre ligada al éxito. Desde joven se destacó como golfista amateur, formando parte de los mejores equipos universitarios de la época, representando y ganando títulos con los Estados Unidos alrededor del mundo. Su llegada al PGA Tour fue a través de actuaciones destacadas en eventos a los que accedía por medio de invitaciones, proesa que únicamente han logrado hasta la fecha Tiger Woods, Jordan Spieth y Joaquín Niemann.

Lamentablemente para Fowler no todo ha sido color de rosas. Luego de años excepcionales en los que estuvo cerca de ganar algún campeonato major y en los que cosechó importantes victorias en la gira regular llegó un bajón. Tras su victoria en el 2019 en el Waste Management Phoenix Open, Rickie cayó fuera de los 100 mejores jugadores del mundo (185) y parecía que difícilmente pudiese volver a los primeros planos. Durante el año pasado, y producto de ese mal rendimiento, Fowler fue tentado por el LIV Golf para contar con él a cambio de mucho dinero. Fowler rechazó todas las ofertas y se enfocó en volver a donde pertenece. Desde ese momento escaló posiciones en el ranking y en el PGA Tour. Estuvo cerca de ganar en varias oportunidades, las más reciente -y dolorosa-, el US Open que perdió a manos de Wyndhma Clark, cuando estuvo liderando el campeonato durante las tres primeras rondas. Pero como todo en la vida, el sacrificio y el trabajo duro, dan sus frutos. El pasado fin de semana, en un cierre espectacular que incluyó un birdie en el hoyo 72 para meterse en un playoff de tres jugadores y otro birdie en el primer hoyo de desempate le dieron la victoria a Rickie en el Rocket Mortage Classic, evento que se disputó en Detroit. Con un total de 24 golpes bajo el par, Fowler superó a Morikawa y Hadwin y logró su sexta victoria en el PGA Tour, luego de 4 años.

Con esta victoria Fowler se embolsó un importante cheque 1.5 millones y 500 puntos para la FedexCup que lo ubica en el puesto ocho.

Un emocionado Fowler envió un mensaje para todos aquellos que se sienten frustrados por no obtener los objetivos que desean en sus vidas e instó a que todos mantengan la fe en su proceso porque a la larga los resultados llegarán.