A partir de mañana se disputará en el Valhalla Golf Club una nueva edición delPGA Championship. Este campo recibirá el evento por cuarta vez, pero en la memoria de los fanáticos de este deporte, las dos últimas ediciones han sido, sin lugar a dudas, de las más memorables de la historia.

En el 2000, Tiger Woods superó en un dramático desempate a Bob May para alzarse con su quinto major. Veinticuatro años han pasado desde esa proeza golfística y mucho cambió en la vida de Woods. Aparte de los 15 majors y 82 victorias en el PGA Tour, Woods llega diezmado físicamente. Si bien todos sueñan con una victoria épica por parte de Woods, la realidad es otra. Tiger está en Louisville, Kentucky, desde el domingo y según reportan los medios, se lo ve impecable. El transcurso de la semana indicará y mostrará para qué está Woods; una buena actuación sería verlo dentro de los mejores 25, pero si es capaz de jugar las cuatro rondas, será algo muy positivo.

La otra gran memoria que perdura es la del 2014, cuando Rory McIlroy superó a Phil Mickelson y Rickie Fowler para quedarse con su cuarto y último major. Pasaron 10 años sin que Rory pueda poner sus manos en un gran trofeo e ilusiona ya que viene de ganar la semana pasada en el Wells Fargo Championship de manera estelar.

Entre los favoritos de la prensa y los fanáticos figura Brooks Koepka, campeón defensor y viene de ganar el último torneo del LIV Golf; Scottie Scheffler, alejado de las canchas desde su victoria en el Masters, pero todos conocen su actualidad y sin lugar a dudas será un candidato a tener en cuenta: Xander Schauffele y Justin Thomas son nombres que pueden dar la sorpresa esta semana.

Una de las atracciones de la semana será el profesional local Michael Block, quien durante la edición pasada finalizó en el top 10 y con ello obtuvo una invitación para jugar en Valhala. Block es instructor de golf y no compite regularmente, por eso los fanáticos lo abrazaron como un personaje más cercano.

Foto: AFP

Rory McIlroy atraviesa momentos difíciles en varios frentes. Inicialmente, con la irrupción del LIV, se mostró muy duro contra la gira Saudi y criticó a varios de sus pares por abandonar el PGA Tour. Meses más tarde, y luego de prácticamente haberse inmolado por el Tour, llegó el principio de acuerdo entre las dos giras, dejando en una posición incómoda a uno de sus referentes y hasta ese momento miembro del Board del PGA.

Luego de haberse tomado una licencia y dejar su puesto a Jordan Spieth, no pudo volver a ejercer funciones y comentó: “Había muchas personas a las que les incomodaba mi presencia y por eso preferí no volver a mis funciones”. Poco se sabe sobre cuáles son los verdaderos motivos, pero todo indica que su presencia no sería bien vista por parte de las autoridades del LIV, en el marco de un acuerdo entre ellos.

Justo en la semana previa a un torneo importante y en medio de una década sin majors, ahora suma un nuevo frente ya que presentó un escrito: solicitó el divorcio a Erica Stoll, con quien está casado hace siete años y comparte una niña de tres años.