Lucas Glover siempre fue uno de los jugadores más consistentes del PGA Tour, prueba de ello es que en el año 2009 se consagró campeón del US Open en Bethpage Black, uno de los tests más difíciles que existe en este deporte.

Desde su llegada a la máxima gira del mundo en el año 2004 siempre tuvo buenos resultados. Fue novato del año en su debut y su primera victoria llegó en el año 2005. Consiguió la tercera en el año 2011 y desde ahí entraría en una década de oscuridad total

Durante ese período, el jugador de Carolina del Sur sufrió con su juego corto y estuvo al borde del retiro: “Llegué a tener ataques de pánico producto de mi mal nivel sobre el green”, confesó en su momento.

La falta de confianza y los yips - espasmos involuntarios de la muñeca que ocurren cuando las personas que juegan golf intentan hacer un golpe de putt-lo relegaron en dos oportunidades tener que jugar las finales del Web.

Nunca bajó los brazos. Visitó a cuanto especialista en la materia existe pero nada parecía funcionar.En 2021 volvió a ganar el John Dheer Classic y todo indicaba su regreso, pero fue simplemente eso: una buena semana. Cansado de probar tuvo una sesión telefónica con Jason Kuhn, un exjugador de béisbol devenido en Navy SEAL -oficial de operaciones especiales de la marina estadounidense- que se dedica a tratar problemas de yips en atletas de varios deportes. Los resultados no demoraron en llegar y lentamente Glover comenzó a recuperar esa confianza que tenía en la primera década del Siglo XXI.

La semana pasada se impuso en el Wyndham Championship, último evento de la temporada regular del PGA Tour.

Esta semana lo hizo en el primer evento de los Playoffs Fedex St. Jude Classic y ante un field repleto de superestrellas. Glover tomó la punta luego de una gran segunda ronda y no la soltó nunca más. Irónicamente, quien salvó su juego en los momentos más complicados de la ronda final fue justamente su putter, ese palo que tantos dolores de cabeza le había dado. Con una ronda final de 69 golpes finalizó empatado en la punta con Patrick Cantlay. Solamente precisó de un hoyo de playoff para lograr la victoria, su segunda consecutiva, su ascenso al cuarto puesto de la Fedex Cup y la ilusión de formar parte del equipo norteamericano de la Ryder Cup.

Esta semana los mejores vuelven al ruedo para disputar el BMW Championship, segundo evento de los playoffs y que determinará quienes son los 30 jugadores que participarán del Torneo Final de la Temporada, que se denomina Tour Championship en East Lake.