No hay nada como los Juegos Olímpicos, cualquier disciplina tiene un condimento que la hace especial y prueba de ello es que hasta el momento la mayoría de los deportes han presentado finales apasionantes, cargados de emotividad y dejando en evidencia que todos los atletas que se presentan a competir lo hacen por algo que excede el premio económico.

El golf no fue la excepción en esta oportunidad. Desde su regreso a los Juegos Olímpicos en el año 2016 todas las definiciones de golf han dado que hablar.

Cómo olvidar aquella épica final entre Justin Rose (GBP) y Henrick Stenson en 2016 o la excelente actuación de Xander Schauffele en Tokio 2020.

París eligió como sede a Le Golf National, una de las mejores canchas del mundo y propietaria de uno 4 hoyos finales que pondrían de rodillas a cualquiera.

La ronda final tenía en el podio a Jon Rahm y Xander Schauffele empatados como líderes y a Tommy Fleetwood a un golpe. Detrás de ellos, varios de los mejores jugadores del mundo. Scottie Scheffler era uno de los que más lejos estaba de los líderes, a cinco golpes.

La jornada final tuvo de todo. El primero en generar ruido fue Jon Rahm quien rápidamente se puso en ventaja desplegando un golf muy solido. A falta de nueve hoyos, parecía imposible que alguien pudiera sacarle la medalla de oro, pero el golf tiene estas cosas, y los nervios pesan, más cuando uno no solo compite por uno sino por todo un país.

Desde atrás, el local, el francés Víctor Pérez tuvo unos segundos nueve hoyos impresionantes y enloqueció al publico local.

Fue el primero en terminar con ronda de 63 golpes y un total de 16 bajo el par. Rory McIIroy lo acompañó con una racha impresionante de birdies (5) que lo dejaban en puestos de medalla. Lamentablemente Rory no pudo manejar la presión y los hoyos finales de Le Golf National le pasaron factura, un costoso error en el 15 lo bajó al quinto puesto a dos golpes de la medalla de bronce. Mientras Pérez, McIIroy, Scheffler, Kim y otros se acercaban al líder, Rahm cometió un error garrafal en el par 5 de hoyo 14 que lo marginó del primer lugar y lo sentenció a intentar luchar por una medalla de bronce, pero ya el golpe anímico había sido muy duro.

Scheffler no dio chance, en los hoyos en los que la mayoría dejaron golpes, él mostró su clase. Finalizó con -4 en los últimos cinco hoyos y postes un score final de 62 golpes, el más bajo de la semana y con ello un total de -19. El único que podía ganarle la medalla, o al menos forzar un playoff, eran Rahm, Matsuyama o Fleetwood. Tommy, querido por todos, cometió un error en el hoyo 17 que lo forzaba a realizar birdie al difícil hoyo final, cosa que a la postre no pudo conseguir.

El podio quedó compuesto por Scheffler, Fleetwood y Matsuyama.

Qué decir de Scheffler, el mejor año de su carrera sin ninguna duda, seis victorias en el PGA, medalla de oro y con toda la parte final del año por delante. Estamos ante la presencia de una súper estrella que batirá más récords.