SAN PABLO | AFP
El ex presidente de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, sugirió en una entrevista publicada ayer en el diario Folha de San Pablo, que los campeonatos mundiales jugados en Inglaterra en 1966 y en Alemania en 1974 fueron "arreglados" a favor de los locales.
"En 1966 Brasil tenía prácticamente el mismo equipo de 1962, cuando ganó la Copa del Mundo. ¿Quién era el presidente de la FIFA? Sir Stanley Rous, inglés. ¿Dónde era la Copa? En Inglaterra", recordó Havelange, que dirigió la FIFA a partir de 1974.
El brasileño, de 92 años, hizo cuentas. En los tres partidos que jugó la selección norteña en la Copa del 66, con Portugal, Hungría y Bulgaria, "hubo tres árbitros y seis líneas: siete de ellos eran ingleses y dos alemanes. ¿Para qué piensa que fue eso?", preguntó Havelange. Y él mismo se contestó: "Para acabar con Brasil".
Recordó, además, los polémicos choques por los cuartos de final, donde los principales protagonistas fueron los árbitros. "Alemania jugó con Uruguay y el árbitro era inglés. Argentina jugó con Inglaterra y el árbitro era alemán. ¿Cuál terminó siendo la final? Inglaterra y Alemania", recordó irónicamente el ex presidente de la FIFA.
Y siguió. "¿No le parece extraño? ¿Inglaterra volvió a ser campeón o ganó alguna otra cosa? No. Todo dicho", añadió el legendario dirigente, que concedió la entrevista al conmemorarse los 50 años del primer título mundial de Brasil.
Después de hablar de la Copa de Inglaterra en 1966, siguió con el torneo de Alemania, jugado ocho años más tarde. "En 1974, también hubo arreglo", afirmó. "Ese año fui electo presidente de FIFA. Era demasiado ser electo y ganar el Mundial, me movieron el piso", afirmó. En cambio, Havelange garantizó que en Argentina 1978, con él ya afirmado en la presidencia de la FIFA, no hubo acomodos. "Nada de eso", enfatizó cuando se lo cuestionó al respecto.
Sin embargo, contó que sí gestionó ante el dictador argentino Rafael Videla la liberación de Paulo Paranaguá Filho, un brasileño que estaba preso en Argentina por motivos políticos. "Pedí audiencia con el presidente Videla, él llamó al General (Roberto) Viola y le dijo: `El doctor Havelange quiere hablarle, vea todo lo que puede hacer`. Salí de la oficina de Videla y fui a la de Viola", contó Havelange, quien agregó que tres meses después de aquella reunión con el dictador argentino en Buenos Aires, Paranaguá fue liberado. Relató que recibió un telegrama desde Argentina informando que "la persona por la que usted pidió ya está en Buenos Aires y mañana estará en un avión de Air France, con destino a París", donde Paranaguá reside hasta el día de hoy.
Havelange asumió la presidencia de la FIFA tras llevar a Brasil al tricampeonato mundial (1958-1962-1970) como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
El ex dirigente opinó que después de Joseph Blatter, electo en 1998, el próximo presidente de la FIFA será su yerno Ricardo Teixeira y después el ex jugador francés -actual titular de la UEFA- Michel Platini. "Él es excepcional e inteligente, lo admiro por lo hecho en el Mundial de Francia en 1998", comentó Havelange, quien afirmó que si la Organización de las Naciones Unidas fuese como la FIFA, el mundo no estaría como está.