JUEGOS OLÍMPICOS

Tras una carrera de 26 años, Luis Scola le puso punto final. Fue a los 41 años y luego de participar por quinta ocasión en los Juegos Olímpicos. Claro está que el cierre no fue el esperado, al menos en lo deportivo, porque fue con derrota ante Australia por 97-59 que significó además la eliminación de loa albicelestes de Tokio 2020.

De todas maneras, tal vez fue mejor de lo que pensaba en lo emotivo teniendo en cuenta que, aunque no había público, fue ovacionado por todos los que estaban en la cancha: propios, ajenos y neutrales.

El juego se detuvo cuando quedaban 51 segundos y la distancia ya era indescontable. Sergio Hernández lo retiró del campo y los aplausos se multiplicaron.

Por supuesto que lo hicieron sus compañeros y el cuerpo técnico argentino, pero también los rivales, periodistas, árbitros y todos los que estaban en el Saitama Super Arena.

Dos medallas (una de oro en Atenas 2004 y otra de bronce en Beijing 2008) valieron su reconocimiento a nivel mundial en los Juegos Olímpicos, pero no hay que perder de vista que estuvo 10 años compitiendo al más alto nivel en la NBA.

Precisamente la presea obtenida en Grecia fue lo que le valió ser integrante de la Generación Dorada que vio, con el retiro de Scola, el final de la carrera de cada uno de ellos que uno a uno se fueron alejando del deporte profesional.

Una nueva medalla en Tokio 2020 era el gran objetivo de "Luifa". No pudo ser, pero dejó un legado que ahora buscará llegar a la gloria con las nuevas generaciones.

"Intento siempre apartarme de estas situaciones, es un golpe bajo. Estaba esperando que termine el partido. No sé muy bien. Terminó, ya está. Estoy un poco golpeado emocionalmente", declaró apenas finalizado el partido a TyC Sports.

"Estamos todos viviendo una situación muy especial. Ver a los rivales, periodistas, árbitros... Me golpeó un poco. Intenté apartarme de todo este tiempo y se me vino todo de golpe. Intenté mantener la compostura lo más que pude. Me voy en paz", agregó.