Enviado a París - Francia
En el mundo hay millones de deportistas profesionales y con un objetivo en común: llegar a los Juegos Olímpicos. La razón es sencilla: es la cita máxima de cada disciplina y todos quieren estar ahí, clasificar, competir y dar lo mejor. A veces se llega a lo alto, otras no tanto y en muchas oportunidades, hay que redoblar esfuerzos para volver y rendir examen nuevamente.
Y salvo el fútbol, que aún no termina de encajar en el ciclo olímpico vaya uno a saber por qué, el resto de las disciplinas tiene cada cuatro años el encuentro de los mejores.
Y están los mejores de los mejores. Los que pelean medallas con recursos millonarios. Los que están presionados por el oro o al menos el podio, y también —en menor medida— los que nada tienen para perder, porque la meta es poder llegar a la gran cita, con todo lo que eso significa.
Y como dato importante, de esos millones de deportistas que hay en todo el mundo, poco más de 10.000 clasifican a los Juegos Olímpicos, y de Uruguay hubo 25 que lograron —por diferentes vías— un cupo en París 2024. Saquen la cuenta. Una clasificación olímpica no parece ser algo tan fácil conseguir. De hecho, no lo es.
Si no pregúntenle a María Pía Fernández y a Santiago Catrofe, que se entraron 20 días antes de competir que habían logrado su pasaje a París por reasignación de cupos en el atletismo.
Si bien significó conseguir lo que ambos perseguían, las formas cambiaron la manera de ver las cosas, el cierre de la preparación y por supuesto, su actuación en la competencia.
Pero a la hora de repasar lo hecho por Uruguay en estos Juegos Olímpicos de París 2024 que ya se cerraron y le abrieron paso a Los Ángeles 2028, hay varios factores que deben tomarse en cuenta, porque muchos tildan de fracaso lo hecho por los atletas celestes en Francia, pero nada más alejado de la realidad.
¿Alguien se imaginaba que Hernán Umpierre y Fernando Diz se podían meter en una definición por las medallas en la clase 49er de vela? ¿Alguno creía que con 34 años Emiliano Lasa tenía chances de clasificarse a la final de salto largo?
Pues bien, algunas cosas pasaron y otras no. Varios deportistas cumplieron con sus expectativas en París 2024 y otros no, pero se fueron con ese sabor amargo que se transformará en rebeldía para encarar sus próximos objetivos ya sean dentro o fuera de un ciclo olímpico.
El rugby y un debut histórico
Uruguay clasificó por primera vez en la historia al rugby de los Juegos Olímpicos y lo hizo con Los Teros Seven buscando primero un lugar entre los ocho mejores, pero cayeron con Fiji 40-12, con Francia 19-12 y con Estados Unidos 33-11 en la fase de grupos.
Luego pasaron a pelear por el noveno lugar, instancia en la que perdieron con Kenia 19-14 y terminaron jugando por el undécimo puesto que consiguieron tras vencer a Japón 21 a 10 en lo que además fue la primera victoria del rugby uruguayo en la cita olímpica.
El remo fue a buscar más éxito
Bruno Cetraro fue el representante del remo de Uruguay en París 2024 y su andar lo comenzó notable. Se metió primero en cuartos de final para luego clasificar a semifinales, instancia en la que al ser quinto en su serie pasó a la Final B, donde fue sexto ya que un desperfecto en el bote le impidió remar con comodidad. Quedó en el puesto 12 entre 33 competidores. Meritorio.
El taekwondo también hizo historia
María Sara Grippoli fue la representante del taekwondo celeste que al igual que el rugby también hizo historia en París 2024 ya que por primera vez esta disciplina compitió en los Juegos Olímpicos y además, lo hizo con una mujer.
La atleta de 19 años quedó 11 entre 17 competidoras en la categoría -49 kilos luego de perder en su estreno con la española Adriana Cerezo, quien llegaba tras ser medalla de plata en Tokio 2020 y como vigente campeona de Europa.
La natación y otra experiencia
Uruguay dijo presente una vez más en la natación de los Juegos Olímpicos por universalidad. Leo Nolles (21 años) y Nicole Frank (20) fueron los representantes de la Celeste, que no tiene nadadores con Marcas A ni B y que hoy en día está lejos del alto rendimiento.
Nolles fue 47 de 79 participantes en la prueba de los 100 metros libres en su primera experiencia olímpica, mientras que Nicole Frank terminó 30 de 34 en los 200 metros combinados.
El judo y una nueva presencia
Con una clasificación que pudo disfrutar más que en Tokio y con 36 años, Mikael Aprahamian fue el representante del judo de Uruguay en los Juegos Olímpicos y en su debut cayó con el japonés Takanori Nagase.
El uruguayo que vive en España cayó ante el competidor nipón que venía de ser medalla de oro en Tokio 2020 y que repitió su éxito en París 2024.
El atletismo cerca de otra final
Emiliano Lasa (34 años) estuvo a punto de meterse en una nueva final olímpica y tal como le ocurrió en Tokio 2020, estuvo muy cerca. En Japón fue un centímetro y en París, tres. Esa distancia privó al uruguayo de pelear por medallas y Diploma Olímpico.
En sus terceros Juegos Olímpicos, Lasa arañó la posibilidad de meterse en la final –quedó 13 de 32 competidores con 7,87 metros—, pero demostró que sigue siendo un atleta de alto rendimiento en la gran cita del deporte.
Por otro lado, María Pía Fernández, quien en Tokio 2020 había corrido lesionada, compitió al cien por ciento de sus posibilidades físicas, pero se encontró con un elevado nivel en la prueba de los 1.500 metros y no pudo destacarse como lo pretendía.
La trinitaria de 29 años puso un tiempo de 4’19”30 en las series y luego 4’16”46 en el Repechaje para ser 42 de 44.
Santiago Catrofe (25 años) fue el otro representante del atletismo y lo hizo en la prueba de los 5.000 metros, donde con un registro de 13’56”40 no pudo avanzar a la final y terminó en el puesto 27 de 40.
El canotaje dio la sorpresa
Matías Otero fue uno de los nombres más buscados en Uruguay durante la segunda semana de los Juegos Olímpicos de París 2024 y la razón fue una de las más gratas sorpresas para la Celeste.
El uruguayo de 26 años que vive en España debutó, pasó al Repechaje y en esa instancia tras ser segundo, se metió en se metió en las semifinales de la categoría K1 1000. Su última actuación fue en la Final B, instancia en la que quedó 14 de 29. Tremenda e histórica actuación en sus primeros Juegos Olímpicos.
El renacer del ciclismo uruguayo
Eric Fagúndez llevó la bandera del ciclismo de Uruguay a París 2024 y cumplió con creces. No, no ganó medalla. Tampoco Diploma Olímpico. Pero el ciclista de 25 años completó la más que exigente prueba de ruta y quedó en el puesto 55 entre 90 competidores.
Desde Barcelona 1992 con Federico Moreira y Sergio Tesitore, un uruguayo no completaba la prueba de ruta de la cita olímpica. Fue el primer paso. Ahora habrá que seguir trabajando para superar lo hecho en Francia.
La vela cerca del Diploma Olímpico
Hernán Umpierre (23 años) y Fernando Diz (24 años) ilusionaron a todo un país con su gran comienzo de competencia en la clase 49er de vela en su primera aparición en los Juegos Olímpicos.
Los uruguayos terminaron entre los nueve mejores de la etapa regular, avanzaron a la medal race –que se suspendió dos veces en un día y se pasó para la siguiente jornada— y se ubicaron en el décimo lugar de la general que tuvo 20 embarcaciones participantes.
Además, Dolores Moreira, en sus terceros Juegos Olímpicos, compitió en la clase ILCA6 de vela y cerró su actuación en el puesto 22 entre 43 participantes. La sanducera esperaba más de su actuación, pero las cosas no salieron como ella esperaba y se fue con sabor amargo, pero con la experiencia de haber estado nuevamente en la gran cita del deporte.
Ya son referentes del deporte uruguayo
Así como cuando Alejandro Foglia inspiró a Dolores Moreira tras su histórica actuación con Diploma Olímpico incluido en la clase láser en Londres 2012 y la sanducera decidió ahí que quería dedicarse a la vela, este tipo de eventos transforman a los deportistas en referentes de sus disciplinas. Está comprobado.
Y no es verso. Es una realidad. A Uruguay le faltan medallas, pero le sobran ganas de progresar. Eso sí, se impone una discusión de cómo avanzar, planificar y trabajar el deporte de alto rendimiento para que, a futuro, al menos un atleta celeste pueda pelear por cosas importantes en los Juegos Olímpicos.
En París quedó demostrado que en algunos casos nuestro deporte está lejos, pero en varios se dejó plantada una semilla que deberá seguir germinando para que lleguen esos esperados y necesarios logros.
No es fácil. El apoyo económico –que fue histórico para el cierre de este último ciclo con 30 millones de pesos volcados a la preparación de deportistas y entrenadores—no siempre es suficiente, pero hay que buscar y conseguir los medios para que tanto desde el Estado, el gobierno de turno, así como también desde el sector privado, llegue la ayuda para continuar la curva del crecimiento.
Captación de talentos, infraestructura, competencia local fuerte, planificación a corto, mediano y largo plazo, son aspectos que se imponen tanto como la difusión que deben tener las disciplinas deportivas por parte de los medios y sus respectivas federaciones.
Está claro que Uruguay está lejos, pero no tanto. Hay deportes y deportistas –en su mayoría radicados en el exterior porque en nuestro país ya superaron su techo— que marcaron que hay un camino a recorrer. París 2024 lo demostró y ahora, el desafío quedará planteado para Los Ángeles 2028.
En definitiva, hay que valorar el esfuerzo ya que para muchos deportistas, clasificar a los Juegos Olímpicos ya es ganar, aunque lidian con la crítica —muchas veces desmedida, sobre todo por estas épocas— y aparecen los miedos, las dudas y las incertidumbres. Pero mientras tanto, ellos eligen seguir esforzándose para cumplir sus sueños, trabajarlos y defender a la Celeste buscando dejar a Uruguay lo más alto posible. Por eso y por nunca bajar los brazos, se merecen un reconocimiento.
Uruguay en París 2024
Atletismo
Emiliano Lasa fue 13 de 32 y quedó a 3 centímetros de avanzar a la final olímpica
Santiago Catrofe fue 27 de 40 (había 42 inscriptos) en los 5.000 metros
María Pía Fernández fue 42 de 44 (se bajó una competidora en la previa) en los 1.500 metros
Canotaje
Matías Otero fue 14 de 29 en la categoría K1 1000 metros llegando hasta semifinales y disputando la Final B
Ciclismo
Erico Fagúndez fue 55 de 90 en la prueba de ruta que un uruguayo completó luego de 32 años sin conseguirlo.
Judo
Mikael Aprahamian cayó en 32avos de final de la categoría -81 kilos ante el japonés Takanori Nagase que luego ganó la medalla de oro al igual que en Tokio 2020.
Natación
Leo Nolles fue 47 de 79 en los 100 metros libres
Nicole Frank quedó en el puesto 30 de 34 en los 200 metros combinados
Remo
Bruno Cetraro llegó hasta semifinales, compitió en la Final B y quedó 12 de 33 en el single scull masculino
Rugby
Los Teros Seven fueron 11 de 12 ganando un partido de los cinco que jugaron
Taekwondo
María Sara Grippoli fue 11 de 17 en la categoría -49 kilos en lo que significó la primera presencia de una mujer uruguaya en un deporte de combate en los Juegos Olímpicos.
Vela
Hernán Umpierre y Fernando Diz fueron 10 de 20 en la clase 49er llegando a la medal race, que es la regata por las medallas
Dolores Moreira fue 22 de 43 en la clase ILCA6
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