Redacción El País
Se dice que cuando un árbitro pasa desapercibido en un partido de fútbol es porque cumplió una buena labor y Anderson Daronco lo hizo en la final de la Liga Independiente de Artigas, pero estuvo lejos de pasar desapercibido. Desde su confirmación, la llegada del ex-internacional brasileño causó revuelo en el departamento y más de 2.000 personas presenciaron el partido en el estadio Matías González.

Daronco estuvo invitado para ser el árbitro principal de la final en la que La 12 le ganó 2-1 a Picapiedra y se coronó campeón. Normalmente los protagonistas son los jugadores, pero en un hecho con pocos precedentes, esta vez toda la atención estuvo puesta sobre el referee que, en su carrera como profesional, arbitró los partidos más importantes de los últimos años de Copa Libertadores y Sudamericana.

"Es una sensación muy grande estar en Artigas y conociendo el ambiente deportivo de acá. Creo que es mi primera vez en Artigas, hace tiempo estuve en una competencia de acá que se llama Copa Rúben Paz, pero se disputó en Quaraí", recordó Daronto al que la organización del torneo le cubrió el pasaje, los traslados, la estadía y un viático por encargarse de la final.

"En Brasil tengo muchas oportunidades de dirigir partidos así, son muchas invitaciones que recibimos para hacer partidos amateur. En Rio Grande do Sul y otros estados. Tuve la oportunidad de dirigir en Amazonas. En estos torneos empecé y es una forma de estar volviendo a mis orígenes como árbitro, cerca de la gente, y sentir este cariño que las personas tienen por nosotros y nuestra actividad. Lo valoro mucho. Ojalá pueda seguir así por mucho tiempo", dijo el brasileño a las cámaras de Artigas Noticias.

La gente en Artigas trató muy bien a Daronco y el árbitro se llevó un obsequio. Desde la organización le regalaron una piedra amatista, típica de los yacimientos aledaños de la región.

"Tengo que hablar con mi esposa, pero seguramente se quede en nuestra sala de estar. Es un regalo muy hermoso. Que toda la gente que hizo esta gestión sepa que cuando mire la piedra me voy a acordar de Artigas y de todo el pueblo uruguayo. Son muy amables y en Brasil nos gusta mucho", reconoció.