Por Redacción El País
Racing, de gran campaña al mando de Eduardo Espinel, se clasificó a la Copa Sudamericana y enfrentó a Cortinthians en el Estadio Centenario. La Escuelita rescató un punto importante pero su capitán José Varela pasó un mal momento en el sorteo.
Los de Sayago se midieron ante un rival conocido. En la Copa Libertadores 2010, su última participación, Racing enfrentó a Corinthians en un grupo de la muerte con Cerro Porteño e Independiente Medellín.
En aquella ocasión La Escuelita quedó escolta de los brasileños pero no le alcanzó para clasificar porque en esa edición fueron menos los clasificados a octavos por la situación de la "gripe porcina" que había afectado a la edición anterior.
Como si fuera obra del destino, Racing volvió al plano internacional luego de aquella ocasión y nuevamente le tocó enfrentar a Cortinthians pero, esta vez, pudo sumar gracias al tanto de Agustín Alaníz que puso el 1-1 cerca del final.
Pero no arrancó todo tan bien como terminó para los de Sayago porque su capitán, José Varela, vivió un momento incómodo en el sorteo de capitanes.
Cassio, el experimentado arquero de Cortinthians, llegó hasta donde estaban los árbitros del partido con un banderín del Timao para intercambiar pero al uruguayo lo enviaron con las manos vacías.
Varela no tenía el obsequio que se estila por protocolo para el rival en esta clase de partido y enfrentó al arquero de Corinthians con una sonrisa, el bueno de Cassio lo tomó muy bien pero La Escuelita tendrá que hacer los deberes para su próxima cita internacional cuando enfrente a Argentinos Juniors en Buenos Aires el próximo 9 de abril.
— Out Of Context Football (@nocontextfooty) April 3, 2024