Redacción El País
Creer o reventar. Botafogo y Atlético Mineiro jugaron la sexta final de Copa Libertadores de la historia entre equipos brasileños y para el Fogao significó la primera consagración en el torneo de clubes más importante del continente.

La ilusión de sus hinchas estaba a flor de piel y más de 40.000 se trasladaron desde Río de Janeiro a Buenos Aires, con sus cábalas y todo.

A los 35 segundos del partido, Gregore cometió una dura infracción sobre Fausto Vera, vio la roja directa y dejó a Botafogo con uno menos para disputar toda la final. Los planes se destruyeron en menos de un minuto y el equipo, que había trabajado y entrenado para salir a proponer, tuvo que cambiar sus planes.

Pero el que no cambió sus planes fue uno de los hinchas del Fogao que estaba en la tribuna y tenía la díficil tarea de ver que todos respetaran su superstición.

Aunque este hincha de Botafogo sabía que tenía un amigo cerca de su lugar, solo se acercó a saludarlo en el entretiempo y, apenas comenzó el complemento, regresó al sitio donde había comenzado a ver el partido y desde donde, a pesar de tener un jugador menos, había gritado los primeros dos goles de su equipo que se fue al descanso en ventaja 2-0.

Foto: AFP.

Pero todo cambió en el segundo tiempo cuando, además, vio una amenaza acercándose. Un periodista lo llamó para hacer una nota y este hincha reconoció que el comunicador no había estado en ese sitio durando el primer tiempo y el árbitro ya había pitado la reanudación del juego.

El fanático del Fogao, algo nervioso, le explicó al periodista que tenía que regresar a su lugar y que él mismo había decidido ubicarse ahí a pesar de que tenía un amigo cerca al que solo saludó en el entretiempo.

En medio de los argumentos, llegó el peor momento de Botafogo en el partido: el descuento de Atlético Mineiro a los dos minutos de iniciado el segundo tiempo. "¡Te fuiste de tu lugar!", le gritó el hincha al periodista. "Voy a volver", contestó este y "por favor", terminó la conversación el torcedor que, aunque el rival descontó, se tomó el momento con buen humor y finalmente su equipo terminó marcando el 3-1 en los descuentos.