MARCA PERSONAL

El Mundial de Qatar 2022 era el ideal para lo que quería hacer Lucas Tylty. Fanático del fútbol, el brasileño se propuso un gran desafío: romper el récord y convertirse en la persona en asistir a más partidos de una Copa del Mundo. La particularidad de este torneo en Qatar es que todos los estadios están en la misma ciudad, Doha, lo que le permite a Lucas, y a otros hinchas, poder asistir a más partidos que en otras competiciones de esta magnitud. 

Ya alcanzó la cifra de 32 partidos y se quedó con la marca. Hasta el momento asistió a 56 de los 64 partidos del Mundial y, a punto de comenzar los cuartos de final, su meta es verlos todos hasta la final donde ansía ver a su querido Brasil campeón. 

Pero no ha visto todos los partidos completos. Para poder ir de uno a otro, sobre todo tras aquellos con tiempo suplementario y penales, Lucas ya se enfrentó a la decisión de si llegar tarde al siguiente encuentro o perderse el final del que estaba viendo. Además, cuando hubo dos partidos en simultaneo tuvo que elegir ver el primer tiempo de uno y el complemento de otro. 

Pero aún así, sigue sin faltas en los compromisos de Qatar 2022 y disfrutando otra de sus pasiones: las apuestas deportivas. Tylty ha apostado en cada partido y se ha vestido para la ocasión. Cuando no jugó Brasil se ha vestido con las camisetas de otras selecciones como muestra en su Instagram en el que tiene dos millones de seguidores. 

El brasileño fue entrevistado por Relevo, un medio de noticias de España, y hablaron sobre el desafío que se propuso este hincha para el Mundial de Qatar 2022. 

"Miramos como 80-85 minutos de un partido para salir antes de las personas y no ir junto con el tráfico. La mayoría de los partidos miramos los 90 minutos pero a veces salimos antes. Cuando hubo dos a la vez, miramos el primer tiempo de uno y el segundo de otro", explicó entre risas Lucas Tylty, sabiendo que lo que hace puede ser visto por muchos como una verdadera locura. 

El objetivo de Lucas está claro: ver todos los partidos del Mundial y para ello cuenta con un importante presupuesto. "Como no conseguimos comprar las entradas antes del Mundial, y es uno caro, estimamos unos 70.000 dólares más o menos", confesó el brasileño que, cuando cumpla su meta, se hará un tatuaje. "El día que lo consiga será la final y Brasil campeón, será perfecto", dijo el joven.