Redacción El País
El plan de Diego Aguirre resultó perfecto. Luego de que Peñarol sacara un resultado positivo en Rio de Janeiro ante Flamengo por la Copa Libertadores, el entrenador aurinegro decidió alinear un once alternativo frente a Cerro por el Torneo Clausura y los jugadores más importantes del plantel vieron a sus compañeros golear desde la tribuna. Pensando en el Mengao, Maxi Olivera hizo el papel de hincha y mandó un mensaje detrás del alambrado; aunque la presión fue para él.

Con tres goles de Facundo Batista y dos de Matheus Babi el Mirasol vapuleó 5-0 al Villero y se valió también de la gran actuación de Alan Medina que, en su debut, metió un hat-trick pero de asistencias. La estrategia del entrenador Mirasol salió perfecta. Volvió a sumar de a tres, reservó jugadores y, habiendo sacado siete puntos de ventaja sobre su perseguidor en la Anual, Peñarol sigue prendido en todos los frentes.

La motivación y el buen clima en el grupo son importantes para el equipo aurinegro que se encarga de darle a su plantel la contención y la intimidad necesarias para desarrollar todo su potencia pero ellos no están ajenos a la presión que exige estar en una instancia tan decisiva.

Mientras los que jugaron ante Cerro se lucieron en el césped del Parque Viera, los futbolistas que quedaron reservados para el partido con Flamengo observaron las acciones como unos hinchas más desde la tribuna.

Entre ellos estuvo Maxi Olivera que decidió gritarles a sus compañeros un mensaje que en realidad era más dirigido a él mismo. Peñarol vuelve a estar en cuartos de final de Libertadores después de 13 años y los jugadores entienden lo importante que es eso.

"¡Hay que ganar el jueves, eh!", gritó Olivera mientras los jugadores eran aplaudidos por la hinchada y despertó algunas risas entre el resto de sus compañeros en la platea como Javier Méndez que estaba a su lado.