“No necesito más aplausos. Los bajos se convirtieron en más bajos y los altos cada vez son más escasos”, declaró André Schürrle cuando se retiró del fútbol profesional muy joven y tras haber sido fundamental en la obtención del Mundial para Alemania en Brasil 2014.

Con solo 29 años, quien dio al asistencia para el gol de Mario Götze, colgó los botines tras haber jugado, entre otros, para el Bayern Leverkusen, Borussia Dortmund y Chelsea.

Además de la Copa del Mundo, Schürrle ganó todo en Alemania y también la Premier League. La gloria le llegó demasiado rápido y, tras el Mundial, los constantes cambios de equipo hicieron que no disfrutara del fútbol como quería.

Se retiró demasiado joven, el feed de su perfil de Instagram hoy no tiene ni una sola foto de fútbol pero si de su familia y de su nueva pasión: el trekking.

"La cosa mental y física más difícil que he hecho! ¡Los últimos minutos no podía sentir nada y tenía que encontrar algo muy dentro de mí para seguir adelante! ¡Una experiencia que nunca olvidaré! -19 grados, ráfagas 100 km/h de viento en la cara, mucha nieve y lluvia”, escribió en sus redes sociales luego de superar un gran desafío al llegar a la cima de la montaña Sniezka, el punto más alto de República Checa.

Schürrle adoptó el método del atléta neerlandés Wim Hof, conocido como "Iceman", quien es capaz de tolerar pruebas físicas intensas y temperaturas heladas. Junto a otro grupo de atletas, el exfutbolista profesional subió la montaña con el torso desnudo y el shorts.

“Lo que aprendí... Mi cuerpo y yo somos más fuertes de lo que pensaba, si pongo mi mente y mi alma puedo hacer todo”, reflexionó una vez culminado el desafío.