Por Redacción El País
Decir que Cristhian Stuani es un ídolo en Girona es quedarse corto; también es un ejemplo para el club y los niños que buscan en los jugadores sus espejos y motivación.

El uruguayo tiene 129 goles como máximo artillero del club, casi el doble de quien los sigue, y estuvo en los mejores y peores momentos del club.

Le tocó descender de categoría siendo el referente del equipo, el capitán y prometió volver a la primera categoría del fútbol de España.

Jugó en segunda, devolvió el equipo a LaLiga y esta temporada, que además tuvo una gran campaña en la Copa del Rey, los tiene en la tercera colocación de la tabla y habiendo confirmado su presencia en torneos europeos y peleando por entrar a la Champions League.

Stuani las vivió todas en Girona, el público lo adora y un claro ejemplo es Leo: un niño que salió en un informe de TV3 y contó las travesías que había hecho para intentar conseguir, sin éxito, la figurita del uruguayo que faltaba para su álbum.

En complicidad con Panini, el delantero uruguayo le cumplió el anhelo al niño y se llevó mucho más que ese cromo que le faltaba.

El club citó a Leo en el lugar de entrenamiento de Girona donde Stuani lo estaba esperando con su figurita, una en tamaño gigante, le firmó ambas y, además, tenía otra sorpresa. Le regaló sus botines con las inscripciones de los nombres de sus hijos y la bandera de Uruguay, iguales a los que usa cada fin de semana. Un crack, dentro y fuera de la cancha.