Redacción El País
La Copa Libertadores renueva año a año la ilusión de millones de fanáticos en todo el continente y la última edición volvió a seducir a Peñarol que coqueteó con la gloria y escribió una nueva página en su rica historia eliminando al Flamengo en cuartos de final para alcanzar las semis frente a Botafogo.
Y la historia también la escribió Guido Ceriani, día a día, en el recorrido de su esfuerzo para llegar a Rio de Janeiro que ahora conmemoró con un tatuaje.
Desde 2011, edición en la que alcanzó la final con Santos de Brasil, que el equipo aurinegro no superaba la fase de grupos y, trece años después volvió a ser protagonista del torneo de clubes más importante de Conmebol con el mismo entrenador.
Diego Aguirre devolvió la ilusión a los hinchas de poder pelear por la sexta Libertadores en la historia del club y, aunque se frustró con la eliminación ante el campeón Botafogo en semifinales, dejó a los fanáticos imborrables recuerdos como el partido ante el Mengao en Maracaná. Algunos hicieron hasta lo imposible para estar ahí.
Tal es el caso de Guido Ceriani, un joven de Mercedes que decidió trasladarse hasta Río de Janeiro en bicicleta mientras se hospedaba en distintos hoteles.
“Me puse a buscar, a investigar, a ver esto, lo otro, la cantidad de kilómetros y establecí destinos diarios para ver hasta dónde podía llegar por día, después seguí con el tema de los alojamientos y la pegué con todos. Así se fue formando la pelota y arranqué”, le dijo Ceriani a Ovación una vez que llegó a Río en un viaje que, por tiempos, comenzó en la frontera en Rio Branco.
“Pinchazos hubo varios, hace cuatro días se me rompió una parte de los cambios de la bici y desde ahí corté la cadena sin herramientas y los últimos cuatro días tiré con una bici sin cambios, pero a base de esfuerzo y con todos los mensajes que me iban llegando tuve el impulso para llegar hasta acá”, contó el joven que pedaleó1.980 kilómetros para ver cómo Peñarol enfrentó a Botafogo en el Estadio Nilton Santos.
El joven documentó todo su recorrido en una planilla en la que fue anotando fechas, recorridos y lugares de estadía, pero el homenaje más especial ahora lo lleva en la piel.
"Demoré menos días", expresó risueño Guido a Ovación en referencia al tatuaje que se hizo en una de sus pantorrillas con Niko Castro, un artista de Mercedes, y conmemora para siempre su particular proeza.
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