El español Fernando Alonso (Renault), líder destacado del Mundial de Fórmula Uno, que podría adjudicarse el título de forma matemática en el próximo Gran Premio de Brasil, visitó, nada más llegar a San Pablo —donde el domingo se disputará la decimoséptima carrera del campeonato—, la favela de Monte Azul.

Alonso —que se convertirá en el campeón más joven de la historia este domingo siempre y cuando el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes) no sume cinco puntos más que él—acudió a visitar el citado barrio en su condición de Embajador de Unicef, entidad a la que el genial piloto asturiano donó el montante económico derivado de ser designado como Premio Príncipe de Asturias del Deporte 2005.

Alonso, de 24 años, pudo comprobar de primera mano el desarrollo del proyecto de integración de Unicef en la citada favela, donde ha desplegado unas escuelas para educar a unos niños que sobreviven a duras penas en unas condiciones de pobreza extrema.

CENSURA. Por otra parte, las autoridades de San Pablo retiraron ayer treinta gigantescos carteles que una casa nocturna había instalado en diversas calles de la mayor ciudad brasileña y en los que ofrecían noches de sexo a los pilotos que disputarán el Gran Premio.

La alcaldía local también multó y ordenó el cierre temporal de la casa nocturna que anunció sus servicios de prostitución a los pilotos, mecánicos e ingenieros que integran el ejército movilizado por la Fórmula Uno en todo el mundo en cada una de sus etapas.

Las autoridades alegaron motivos sanitarios para intervenir el prostíbulo, al que acusaron de promover el turismo sexual en sus anuncios, en los cuales se insinuaba, con fotografías osadas, una escena sexual con un hombre vestido como los pilotos de automovilismo.