Tomaba mate con un amigo. Le sonó el teléfono. Atendió la llamada y al instante se le dibujó una enorme sonrisa a Tomás Granzella (19). Porque lo invitaron a poder cumplir uno de sus grandes sueños como piloto de carreras: manejar por primera vez un Lamborghini.
Del otro lado del teléfono estaba el jefe del equipo Dital Formula, José Talermann, -elenco para el que corre Granzella- quien compitió en Europa y le informó que Marcel Leipert, dueño de la escudería Leipert Motorsport, promovía “una prueba comunitaria con pilotos en Barcelona”. “Yo me ajustaba al perfil y me preguntó si estaba interesado en probar el ‘Lambo’”, añadió. Algo que el oriundo de Salto no dudó ni un segundo.
Granzella armó su bolso y viajó rumbo a España para correr en el circuito de Montmeló en Barcelona. Tal es así que el salteño participó de la prueba y aseveró que cumplió “el sueño de cualquier piloto”.
Fue todo un desafío sentarse y manejar el Lamborghini Huracán del equipo Leipert Motors. Ni bien se trasladó a ese momento, recordó lo primero que le dijeron sobre lo que es ese auto: “Un monstruo”.
Al momento de sentarse en el auto, preguntó para saber cuánta potencia tenía y la respuesta de uno de los pilotos del equipo lo dejó muy asombrado: “No te puedo decir con exactitud, aunque debe tener cerca de 700 caballos de fuerza”.
Granzella relató que al tratarse de un vehículo muy costoso, todo el “equipo estaba preocupado” con que pudiera dañarlo severamente.
A raíz de esto, le dieron algunos consejos a la hora de manejarlo. “Debía tener mucho cuidado, conocerlo bien al vehículo para luego poder acelerarlo a fondo”, marcó. “Te llevan a dar un par de vueltas como para que entres en ‘confianza’ con el auto”, añadió el salteño.
El piloto uruguayo completó las 20 vueltas en el circuito de Montmeló con un tiempo de 1.44’’.800’’’ , mientras que el crono de referencia era de 1.43’’.600’’’.
De esta manera, Granzella dejó una grata imagen en la pista catalán. Sumado a que fue la primera vez en la que corría en un vehículo con techo y con mucha potencia.
“El equipo quedó muy contento con mi actuación”, enfatizó el piloto uruguayo con mucho entusiasmo.
Puede ser un antes y una después en su carrera como piloto profesional. “No solo me abre una puerta para el futuro, sino que también me va a ayudar a bajar el presupuesto a la hora de afrontar los gastos”, afirmó.
Cuando los equipos europeos se sientan a elaborar los presupuestos tienen en cuenta un aspecto clave: el talento del piloto. Otro punto importante es la prueba que se llevó a cabo en Barcelona.
“Mi presupuesto va a ser más alto que si no hubiese hecho la prueba o si me hubiese ido muy mal. Por lo tanto, eso ya es una ayuda enorme. Ahora sería cuestión de sentarnos y dialogar con el equipo para luego ir en busca del presupuesto”, puntualizó.
El uruguayo recalcó que el presupuesto del equipo alemán será “mucho menor de lo que habitualmente es”. Es por ello que será “importante salir a buscar apoyo” para solventar los gastos.
Granzella dejó en claro que su plan es seguir viviendo “en Uruguay porque solamente son seis carreras en el año”. “Voy a tener que viajar mucho y eso se suma al presupuesto”, añadió.
Tomás Granzella sabe que vivió una experiencia única y la aprovechó para seguir soñando alto en el automovilismo.