MI OPINIÓN

En el mundo de la movilidad, tal es el cambio que se está produciendo (y a un ritmo vertiginoso) que hasta el “orgullo de ser propietario” de un vehículo, acabará por esfumarse. Los automóviles están comenzando a incorporar ese tipo de “conectividad”, capaz de pintar una gran sonrisa en la cara de la futura generación de consumidores.

Con servicios personalizados a través de Apps, en un futuro no muy lejano, los coches se programarán de acuerdo a lo que cada uno de los usuarios baje de las aplicaciones. Habrá llaves codificadas al teléfono móvil, y de esta manera, los autos podrán ser utilizados por miembros de la familia, algún vecino o incluso ser alquilados tal como se hace con la plataforma digital Airbnb.

Servicios de “delivery” podrán ser enviados a su auto, con códigos de apertura del baúl, permitiendo que “Amazon”, “Pedidos Ya” o “Mercado Libre”, dejen su pedido en el auto, mientras usted trabaja o se encuentra en el cine. A modo de ejemplo, Volvo ya ha anunciado la “Amazon Key”, para sus modelos XC40. De esta manera, el auto pasará a depender de las conveniencias. El “orgullo de ser propietario” quedará relegado a un segundo plano, dando paso a la “funcionalidad”.