PERSEVERANTE
La jugadora de la selección uruguaya empezó y creció en Goes, hizo escala en el Morvedre de España y ahora arribó en Francia para jugar en Rouen, un equipo de la tercera división.
Alejandra Scarrone juega al handball desde los siete años y creció como jugadora de Goes, equipo al que le tiene mucho cariño. También es parte de la selección femenina de handball y con ella colecciona unos cuantos campeonatos. Siempre se destacó dentro de su grupo y es por eso que hoy está donde está: forma parte de Rouen, un equipo francés, desde agosto del 2020. La ciudad se ubica a una hora de París.
Llegó allí a través de un representante que se contactó con ella y le propuso unirse. Pero hace un mes volvió a Uruguay porque se paró la actividad en el viejo continente. “Allá teníamos cancha una vez al día, una hora nomás, porque la pandemia también estaba complicada. Nada de horarios normales ni doble entrenamiento. Desde Francia que la vengo pasando mal con el tema de mantenerme por fuera de los entrenamientos en equipo, entrenando sola”, explicó Alejandra a Ovación.
En Uruguay tampoco tuvo suerte, cuando regresó el gobierno debió parar la actividad por el aumento de casos de coronavirus. Así que recurrió a la ayuda de un profesor, con quien se reúne tres veces por semana. Pero con eso no le alcanza, así que entrena los demás días por su cuenta, aunque a veces se da un permitido los domingos. “Trato de ser profesional en ese sentido, porque yo soy así. No me quiero quedar”. A Alejandra le hace falta la parte de la competencia en sí misma, los partidos y entrenamientos en conjunto no se pueden solventar con entrenamientos individuales.
El mayor enemigo de Alejandra Scarrone en Francia fue el idioma. “Empecé aprender francés antes de viajar y cuando llegué allá me pusieron un curso porque para ellos es importantísimo, quieren que yo lo hable”. Ella no tenía ningún conocimiento del idioma, pero Rouen se lo exige y su posición lo amerita: “Juego de central y el técnico me pide que hable en las jugadas. Tengo que comunicarme y marcar el centro”. Algo aprendió, pero aún le falta, así que sigue con las clases aquí en Uruguay. “Rouen me paga el sueldo y me da la vivienda”, agregó.
No hay uruguayas en el equipo, pero el calor sudamericano sí la acompaña. Hay una Argentina, que vive cerca de su casa. Para la próxima temporada Scarrone ya sabe que se integrarán una brasileña y otra extranjera. Rouen es un equipo de la Tercera División (N1). La categoría principal es la D1, le sigue la D2. “Están apostando a formarse y quieren ascender”, explicó.
Su primera experiencia en Rouen
Alejandra había firmado contrato para la temporada 2020-2021, pero se suspendió y solo llegó a jugar dos partidos. “La verdad que me sentí cómoda en el equipo y con el técnico venía aprendiendo pila, me gustó el tipo de juego. Los dos partidos que jugamos fueron muy difíciles, me gustó el nivel. Ganamos uno de local y perdimos uno de visitante, luego se suspendió, así que tampoco me pude comparar tanto, ni conocí mucho”.
Así que antes de volver a Uruguay firmó contrato para la temporada 2021-2022 que empieza en agosto y durará un año. “Como no puede jugar decidí renovar contrato para terminar una temporada y darle una oportunidad al equipo”.
Las expectativas de Scarrone para la nueva temporada se basan en formar un buen equipo y aprender el idioma, que es lo que más le cuesta. “Ojalá podamos ensamblarnos y lograr ascender”, aseguró.
Sin intención de desmerecer a los equipos uruguayos, Alejandra planteó que en Francia el nivel del handball es otro. “La primera es muy profesional, es una de los mejores niveles del mundo. Son muchos equipos, hay muchos gimnasios con otras chanchas y otra infraestructura que te ayudan a prepararte mejor. También es porque hay más plata”, explicó la jugadora.
Aprendizaje
Antes de su ida a Rouen, Alejandra estuvo un tiempo en España, en el equipo Morvedre. “Estuve solo 5 meses por la pandemia, me costó mucho lo deportivo porque ya había un equipo formado”. Pero de eso también aprendió porque en los pocos minutos que entraba tenía que rendir mucho más y demostrar que se merecía la titularidad. “Me sirvió para crecer como jugadora”, aseguró. En cambio, en Francia fue a ser protagonista: “Con las extranjeras éramos las que teníamos que llevar el equipo adelante. Lo vi más positivo porque me pude adaptar, puede superar obstáculos mucho más difíciles”.
Selección uruguaya de handball
Laselecciónno tiene viajes planificados, pero sí tiene a Alejandra en sus planes. “Por suerte, estando en Francia me llamó el técnico de la selección y me dijo que contaba conmigo. Me quedé muy contenta, porque muchas veces estando en el exterior no lo hacen, por dinero o porque hay otras jugadoras”. Para Scarrone el mayor logro que tuvo con la Celeste fue ir al Panamericano de Canadá en 2015.