María Teresa “Beba” Viana, una de las capitanas deLas Cimarronas, cerró su participación en el Mundial de Hockey 5 en Omán como la máxima goleadora del torneo, llevando a Uruguay al quinto puesto.

“Empecé a jugar al hockey desde chiquita. En la escuela a los siete años ya practicaba el deporte, pero hasta los 16 me dediqué más al tenis. Vengo de una familia muy numerosa y somos fanáticos del deporte. Mi hermano es Agustín Viana, que fue jugador de fútbol”, contó la goleadora a Ovación.

La pasión familiar fue muy importante para la deportista: “Cuando tenía 16 años me citaron para un provincial y ahí tuve la oportunidad de representar a mi país. Hacerlo en un deporte colectivo y representando al país me motivó a meterme en el hockey y dejar el tenis”, reveló.

Ese giro en la vida deportiva de Beba fue fundamental, así como su compromiso para ser cada día mejor: “Con el apoyo de mis padres me pude dedicar de la forma más profesional posible. Sabiendo que es un deporte amateur y con el apoyo de ellos, dedicarme como lo hago, fue muy importante para mí”, subrayó.

Sus padres fueron referentes para su desarrollo deportivo, así como su hermano mayor a quien admiró por su dedicación: “Siempre fue sumamente profesional, era increíble verlo entrenar en verano cuando estábamos de vacaciones, que se esforzaba por estar siempre al 100%. Eso me motivó mucho”, comentó.

Hoy el hockey en Uruguay ha crecido y La Cimarrona ha sido parte de ese transitar: “En los últimos años evolucionó un montón. Siempre jugamos en cancha de arena y después ir a una cancha de agua, era un desafío. Hoy contamos con una cancha de agua, que es lo que se usa a nivel internacional y tenemos grandes sponsors que nos ayudan a poder viajar sin tener que poner la plata, nos dan la ropa y hay mucha cosa que está haciendo crecer al deporte y hace que podamos dedicarnos cada vez más. Esto nos está dando la oportunidad de poder ir afuera y recibir equipos más competitivos.”

Sobre la participación en el Mundial de Hockey 5 en Omán, Beba compartió el orgullo de representar a Uruguay y resaltó al grupo: “Íbamos con mucha ilusión porque ya habíamos jugado el primer torneo que se hizo en Suiza, donde fuimos campeonas. Tuvimos un gran equipo y estoy muy orgullosa porque cada vez estamos más competitivas y nos apoyamos más.”

La capitana de Las Cimarronas fue elegida a fines del 2023 como una de las mejores de los Juegos Panamericanos y su buen momento se prolongó en 2024, coronándose como la máxima goleadora del Mundial de Hockey 5.

“Estar en el equipo ideal de los Juegos Panamericanos y ahora salir goleadora es un gran empuje para mí, porque me permite hacer énfasis en cómo se siente ser una referente en el hockey femenino”, indicó.

Sin embargo, no fue una temporada sencilla: “Este 2023 fue un año duro. Tuve muchas lesiones, no me quiero olvidar de toda la parte de fisioterapeutas y médicos que me hicieron poder estar al 100% para poder seguir disfrutando de este deporte que tan lindo”.

Beba destacó el trabajo invisible que se hace para que cada vez el equipo sea más competitivo y reconoció el carácter grupal: “Me pasó que venía muy cansada. Por ahí, cuando estamos cansados, disfrutamos menos, entonces me propuse disfrutar este torneo, divertirme, pasarla bien con las chicas y cuando uno disfruta después todo se da. Creo que es un poco lo que nos pasó en este Mundial. Nos sentimos muy cómodas”.

Como referente, Beba reconoció que hay mensajes importantes que enviar: “Creo que podemos divertirnos, disfrutar las cosas que hacemos en ese momento. No sabemos si la vamos a volver a vivir o si las vamos a vivir de la misma manera. Pero ese disfrute siempre viene de la mano de la exigencia y querer dar nuestro máximo para ser cada día mejores”, puntualizó.

Además, enfatizó el orgullo que representa para ella y sus compañeras el vestir la Celeste: “Jugar por mi país, cantar el himno y estar representando mi bandera es lo que a todo deportista le hace más ilusión y quiere llegar. No lo cambio por nada”, concluyó.