La selección de béisbol de Japón venció 3-2 a la de Estados Unidos en la final del Clásico Mundial de Béisbol en Miami. El partido contó con jonrones de Munetaka Murakami y Kazuma Okamoto, además de un cierre estelar del astro Shuhei Ohtani. Japón, así, logró ganar el campeonato invicto (7-0).
Esta fue la tercera corona de los nipones (2006, 2009 y 2023), mientras que el conjunto estadounidense, que contó con vuelacercas de Trea Turner y Kyle Schwarber, no pudo revalidar el título conseguido en la cuarta edición, en el 2017.
Ohtani, para llevarse su trofeo de MVP, bateó en el torneo para .435 con un jonrón, cuatro dobles, ocho impulsadas y 10 boletos, mientras que en el pitcheo registró foja de 2-0 con un salvado y una efectividad de 1.86, además de 11 ponches en 9 y 2/3 de innings.
"Definitivamente es el número uno (el torneo)", dijo Ohtani después del triunfo. "Tiene que estar ahí arriba. Fue un final de libro de cuentos. Más que nada, aprecio este torneo, toda esta situación, toda esta atmósfera".
Festejos en Japón
Los aficionados japoneses celebraron este miércoles extasiados la victoria de su país frente a Estados Unidos en el V Clásico Mundial de Béisbol, donde se convirtieron en tricampeones en una final disputada en el LoanDepot Park de Miami.
Miles de aficionados celebraron hoy esta victoria que se dio a conocer alrededor de las 13:00 horas en Japón y salieron a las calles a festejar y comprar las tiradas especiales de los principales diarios, algo que es muy frecuente durante eventos deportivos o hechos históricos en el país asiático.
"¡Felicidades a Japón por la victoria! Mi corazón estaba latiendo con fuerza", decía un usuario japonés en su cuenta de Twitter con la etiqueta "Japón ganador" y la bandera del país, un hashtag que tenía más de 150.000 mensajes hoy.
Los nipones festejaron la victoria de sus "samuráis", apodo cariñoso que le dan al equipo nacional de béisbol, con aficionados visiblemente emocionados en bares y otros establecimientos donde se estaba retransmitiendo el encuentro, ya que algunas empresas habían dado unas horas libres a sus trabajadores para poder verlo.
EFE